El acceso a la vivienda en Málaga es uno de los asuntos más inquieta a la ciudadanía malagueña y que sacude la política municipal. Esta misma semana, el equipo de gobierno en la Casona del Parque ha aprobado una modificación del PGOU para prohibir los alojamientos turísticos en 43 barrios de la ciudad. Ahora es el PSOE el que ha jugado sus cartas, ofreciéndole un pacto al PP para «mejorar el precio de la vivienda».
«Las familias y jóvenes no pueden permitirse la inacción del equipo de gobierno y su alcalde hasta 2027. Esto podría suponer un punto de no retorno para varias generaciones que la ciudad pagará en el futuro. Tienen que abandonar sus postulados neoliberales y pensar en la mayoría social de la ciudad, tomando decisiones valientes con una moratoria real a las viviendas turísticas, declarando la ciudad tensionada y pidiendo más medios para VPO a la Junta», ha declarado el portavoz socialista en el Consistorio malagueño, Daniel Pérez.
Una vivienda turística en Málaga ingresa cuatro veces más dinero que una de alquiler convencional
Pérez ha calificado la situación actual como un «drama social que está acabando con el proyecto de vida de miles de personas que abandonan Málaga cada año». «Hay que incrementar el parque de viviendas protegidas en más de 20.000 para acabar con la fuga de malagueños de los barrios. Eliminar viviendas turísticas no sólo va a dar una oportunidad para encontrar alquiler a precio asequible, también servirá para proteger la identidad de algunos barrios que ya están en peligro», ha añadido.
Propuestas del PSOE
Desde el partido socialista, han indicado que el primer paso que hay que dar es «poner en marcha una moratoria para detener inmediatamente la concesión de licencias turísticas». En segundo lugar, «hay que considerar a la ciudad de Málaga en su totalidad como zona tensionada por los precios del alquiler y acudir al Gobierno de España, tras pedirlo a la Junta».
Por último, Pérez ha alertado de que «la proliferación de viviendas turísticas no sólo agrava la crisis de vivienda en Málaga, sino que da lugar al desplazamiento de residentes como ya se ha visto en El Perchel». «El encarecimiento de los alquileres en los bajos comerciales, además, dan al traste con negocios familiares Esta modificación del tejido comercial es un atentado más contra la identidad de Málaga», ha sentenciado.