La tromba de agua provocada por la DANA en la provincia de Valencia sorprendió a miles de conductores que transitaban por las autovías valencianas. Algunos fueron arrastrados por el agua, otros estuvieron muchas horas atrapados en la carretera y los más afortunados lograron refugiarse hasta poder continuar su camino. Es el caso de Jesús Lupiáñez, un joven de Vélez-Málaga de 25 años que el martes por la mañana inició un viaje hasta Teruel para visitar a su pareja y que fue sorprendido por las inundaciones a pocos kilómetros de Alzira.
Este joven veleño salió de su pueblo a las diez y media de la mañana del martes, paró en Granada para recoger a otras tres jóvenes que compartían coche con él haciendo uso de Blablacar y se encontró con el primer imprevisto en la A-92 a la altura de Baza donde una inundación de la carretera los tuvo parados durante una hora y media. “Esto que un principio nos supuso en contratiempo después nos ayudó a no quedarnos atrapados en la A-7 durante horas como le ocurrió a otros muchos conductores”, ha contado a esta redacción Lupiáñez.
Tras poder continuar el viaje, y dejar a una de las pasajeras en la localidad murciana de Lorca, entraron en la comunidad valencia pendientes de la información que les llegaba por redes sociales pudiendo completar el viaje sin más obstáculos hasta Alzira, donde la Guardia Civil los desvió por la AP-7 para intentar llegar a Valencia por Xátiva. Pero al llegar a la pista de Silla su camino se vio interrumpido con la suerte de poder llegar hasta un hotel en Alcàsser, donde intentaron coger un alojamiento para pasar la noche.
El establecimiento estaba completo, pero les permitieron refugiarse en la recepción donde fueron teniendo contacto con otros afectados. Según ha relatado este joven, el que más le conmovió fue el de una mujer que había perdido a su marido arrastrado por el agua. “Llegó llena de barro, muy nerviosa y pidiendo ayuda porque había perdido a su marido cuando este trataba de ayudar a unos niños a los que estaba arrastrando el agua. La mujer consiguió subir al techo de un coche desde el que fue rescatada posteriormente. Afortunadamente, horas después, le comunicaron que su marido estaba bien”.“
Según relata, hasta el miércoles por la mañana no fueron conscientes de la suerte que habían tenido, cuando empezaron a ver imágenes de lo que había ido sucediendo a su alrededor. En cuanto pudo, este joven veleño buscó la forma de retomar su viaje y logró llegar a Teruel a las siete y media de la tarde del miércoles, un día después de lo previsto, pero afortunadamente sano y a salvo.