El Unicaja de Ibon Navarro barrió al Hiopos Lleida en el último encuentro liguero y firmó su décima victoria consecutiva, un hito hasta entonces inalcanzable en los primeros partidos oficiales de la temporada. De esta forma, los cajistas firman el mejor arranque de su historia donde, además, han conseguido levantar dos títulos importantes, como son la Supercopa de España y la Copa Intercontinental.
El gran secreto de este equipo se basa en el grupo que lo conforma. La mayoría de sus jugadores llegaron a la disciplina verde y morada hace tres años, con un Unicaja en horas bajas y una afición cansada de falsas promesas. Ibon Navarro, Juanma Rodríguez y López Nieto han logrado formar un conjunto ganador con pocos recursos y darle continuidad a un proyecto cada vez más sólido, donde prima lo colectivo por encima de cualquier otra circunstancia.
Un ejemplo de ello es Kendrick Perry. El montenegrino había demostrado su gran baloncesto a lo largo de su carrera, pero jamás había repetido equipo profesional en dos temporadas. Sin embargo, el base ha encontrado su sitio en Málaga y cada vez demuestra estar más implicado con la institución y la ciudad, lo que le ha hecho seguir apostando por un equipo que le ha brindado la oportunidad de seguir practicando su mejor baloncesto.
El futuro pondrá a cada uno en su sitio y el Unicaja conocerá a final de temporada lo que le deparará. Eso sí, lo conseguido hasta el momento le situarán para siempre en los libros de historia del club y en el corazón de los aficionados cajitas. Como dijo el otro día Ibon Navarro, su equipo no es el Globetrotters, pero comienza a ser histórico de una institución campeona y con aspiraciones máximas. El Carpena quiere seguir volando y Málaga, seguir soñando con los suyos.