El uso de pantallas antes de dormir asocia más riesgo de obesidad infantil. Un estudio de la Universitat de Barcelona (UB) ha asociado la combinación de exponerse durante más de 30 minutos a pantallas e irse a dormir pasadas las 22 horas con un «riesgo más alto» de obesidad y menos adherencia a la dieta mediterránea en la población infantil, ha informado la universidad este lunes en un comunicado.
El trabajo, publicado en la revista ‘Appetite’, está basado en datos recogidos a través de encuestas en línea, con preguntas sobre hábitos de sueño, uso de dispositivos con pantallas e indicadores como la dieta o el índice de masa corporal, a 1.133 niños españoles, 545 de ellos tenían entre 2 y 4 años y 588 entre 5 y 12 años.
El uso de pantallas antes de dormir asocia más riesgo de obesidad infantil
Las investigadoras han detectado que «solo el 14,2% de los niños en edad preescolar y el 11,7% de los niños en edad escolar no ven pantallas y se van pronto a la cama», frente al 27,5% de los preescolares y el 35,2% de los que están en edad escolar que pasan más de media hora delante de un dispositivo con pantalla –tablet, móvil, ordenador o televisión– antes de dormir.
La investigadora de la UB María Fernanda Zerón-Rugerio ha explicado que han observado que los niños que presentan hábitos de sueño más nocturnos y pasan más tiempo delante de pantallas antes de dormir «tienen un riesgo más alto de desarrollar sobrepeso u obesidad, en comparación con aquellos que se van pronto a la cama» sin usar pantallas».
«MUCHOS NIÑOS ESPAÑOLES NO DUERME SUFICIENTE»
La catedrática que ha dirigido el estudio, María Izquierdo-Pulido, ha añadido que «es evidente que muchos niños españoles no duermen suficiente», ya que han constatado que la población infantil en edad escolar de España tiende a irse alrededor de las 22 horas a pesar de que se recomienda que duerma entre diez y doce horas.
Las investigadoras han informado que la combinación de estos dos comportamientos se traduce en un sueño de duración más corta y de peor calidad, y han recalcado que los niños con estos hábitos también experimentan «un desfase horario social más alto y hacen menos actividad física».
Por ello, recomiendan avanzar la hora de irse a la cama y reducir al máximo la exposición a pantallas antes de dormir, y consideran «fundamental» abordar la prevención de la obesidad y los factores del estilo de vida que pueden modificarse para fomentar un crecimiento saludable.