Por Francisco Marmolejo Domínguez
Si uno atiende a la octava acepción del verbo ensayar del diccionario de la Real Academia Española, esta nos dice que es probar a hacer algo para ejecutarlo después más perfectamente o para no extrañarlo. Aplicando este concepto al mundo cofrade y concretamente a los tronos, hace que los ensayos sean totalmente necesarios para que esa “maquina barroca” que son las andas procesionales anden de manera correcta por las calles y plazas de Málaga.
Todo esto viene a colación a que la semana pasada las Archicofradías de la Esperanza y de la de Expiración y concretamente los Hombres de Trono de las dolorosas, tuvieron ensayos por primera vez en sus historias particulares. Estos ensayos de los Hombres de Trono en ambas hermandades percheleras han supuesto un hito que parecía imposible hace años, derribando prejuicios para muchos.
En el imaginario colectivo del cofrade malagueño siempre se ha dicho que en Málaga no se necesitaba ensayar, pero si atendemos a la historia, la hermandad de la Clemencia (Mutilado) en los años 60, ensayaba con los militares que portaban al Crucificado del Sagrario en el Campamento Benítez. Otras cofradías como Penas o Pasión ya ensayaban en los años 80 y 90, pero será con la entrada del nuevo milenio cuando numerosas hermandades hacen como suyo fomentar los ensayos para aparte de saber andar bajo los varales o buscar la posición correcta del hombro, lo que se busca es el compañerismo y la camaradería entre los Hombres y Mujeres de Trono.
Ensayar al igual que hacen los músicos o los actores sirve para corregir esos pequeños vicios que tenemos en la forma de estar bajo los tronos, como es levantar al segundo toque, no salir con el pie izquierdo por igual, posicionarnos mal ergonómicamente, no saber bien levantar o bajar las andas…
Los ensayos han venido para quedarse, no es ningún capricho o moda foránea y aunque algunos piensen que solo sirven para acompasar las marchas o dar algunos pasos especiales, es una necesidad para formar al Hombre y Mujer de Trono en la manera de trabajar bajo los varales de aluminio o fibra de carbono.