Málaga se despertó aquel día de diciembre siendo consciente de que no sería un día cualquiera. Miles de andaluces salieron a las calles para reclamar su autonomía en una jornada que prometía ser un hito en la historia de Andalucía y que se tiñó de tragedia con el asesinado de Manuel José García Caparrós, un joven malagueño de tan solo 18 años, por intentar colocar una bandera blanca y verde en Diputación.
Casi medio siglo después de aquel 4 de diciembre de 1977, sus hermanas siguen luchando por que se declare como “asesinato terrorista y no como una víctima más de la transición”, así lo ha explicado esta mañana Puri García Caparrós, junto a la placa en homenaje a su hermano. Lo ha hecho junto a sus dos hermanas, Loli y Paqui. Junto a ellas, el coordinador general de Izquierda Unida, Toni Valero, ha presentado una Proposición no de Ley aprobada por el Congreso de los Diputados para el reconocimiento y la reparación pública de la memoria del malagueño.
“El relato oficial de la transición habla de consenso, hay que revisar esa visión idílica de la Transición Española porque, muy al contrario, fue gente humilde y sencilla como Caparrós las que estaban organizadas luchando frente a la represión franquista”, ha señalado Valero, quien ha subrayado que al pueblo andaluz nunca se le regaló nada, por lo que han aprobado dicha proposición no de ley para se le reconozca como “víctima de la represión política de este país”.
Las hermanas de García Caparrós reclaman que sea reconocido víctima del terrorismo
Las hermanas García Caparrós argumentan que el asesinato de su hermano encaja en la definición de terrorismo de Estado, al tratarse de un acto violento perpetrado por agentes del Estado contra un ciudadano en el ejercicio de sus derechos fundamentales. Y con ello, han asegurado que van a presentar una querella criminal al Ministerio de Interior porque después de 47 años “sigue siendo cómplice” de la muerte de su hermano. Además, ha reconocido a 101 Televisión que en su caso, no fueron víctimas de amenazas en aquella época, pero sí que conocen de cerca a víctimas de la misma.
La lucha continúa
La familia del malagueño y los movimientos sociales han denunciado la impunidad y han exigido que se esclarezcan los hechos. “Ya no es de recibo que aún queden algunos vivos de esa época que no quieran verse salpicados, llevan muchos años riéndose de nuestra familia, estamos hartas de esperar”, ha añadido Loli, al poner sobre la mesa el asesinato de su hermano, quien era militante de Comisiones Obreras (CCOO).
La familia de no se ha rendido. Siguen exigiendo justicia al recordar un crimen que marcó un antes y un después en la historia de Andalucía. A pesar de esta proposición no de ley para rendir homenaje al malagueño, sus hermanas aseguran que aún no es suficiente. Lo reconocen mientras recuerdan cómo las aspiraciones de manifestantes como su hermano se canalizaron en el Estatuto de Autonomía, que fue refrendado en 1981 y permitió igualar a Andalucía con las comunidades denominadas históricas.
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