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Declarada de Interés Turístico por la Diputación Provincial de Málaga.
Antes de visitar esta Fiesta Singular consulte la fecha con el Ayuntamiento o con la Oficina Municipal de Turismo de la localidad
La Vega de Antequera ha sido conocida desde hace siglos por sus fértiles tierras y por cultivos como el olivar. Sin embargo, la aceituna no es el único producto que sale de sus campos, ni siquiera el más saludable. En este aspecto y en su origen exótico, le supera la zanahoria morada o ‘morá’ que se cultiva en las riberas del Genil, en el entorno del pueblo de Cuevas Bajas. Se trata de un tubérculo que, según algunos relatos históricos, llegó hasta Al-Andalus con una caravana árabe que atravesó el Sahara portando semillas del Lejano Oriente. Fueron esas familias provenientes del Norte de África las que decidieron cultivarlas en el entorno de este municipio, una zona conocida hace años como Cuevas de Belda. Desde entonces hasta ahora han pasado más de trece siglos. Pese a ello, algunos cueveños mantienen aún la costumbre de sembrar cada año estas zanahorias moradas, que se diferencian de las normales, no sólo en su color violáceo, sino también por la riqueza de sus propiedades. Este tubérculo es conocido por tener componentes anticancerígenos y diuréticos.
Hay incluso quien asegura que tienen propiedades afrodisíacas. Lo cierto es que es también un suculento y saludable manjar que se puede consumir crudo en ensaladas, frito, sustituyendo a las patatas como guarnición, e incluso acompañando a unas migas. Los habitantes de este acogedor municipio malagueño situado en la zona norte de la fértil Vega de Antequera, limítrofe con la provincia de Córdoba, conscientes de la riqueza y la exclusividad de este producto rinden, cada primer domingo del mes de diciembre, un homenaje a este producto celebrando la Fiesta de la Zanahoria ‘Morá, en la que hay oportunidad de comprar este producto e incluso degustarlo gratuitamente en migas.
El programa de esta fiesta se completa con degustaciones de la cocina típica cueveña, un mercadillo de productos de la comarca, actividades infantiles, actuación de pandas de verdiales y artistas locales. Es una oportunidad idónea para conocer este pueblo que, en los últimos años se ha querido subir al tren del turismo rural, dando a conocer su interesante patrimonio cultural, natural e histórico. La ribera del Genil, sus aldeas, su casco antiguo y su gastronomía son algunos de los atractivos de esta localidad.