Las catas arqueológicas previas a la construcción de un estacionamiento en el barrio de San Francisco, en Ronda, han concluido tras más de dos años de trabajos. Estas intervenciones, requeridas por la ley al tratarse de un espacio cercano a un Bien de Interés Cultural (BIC), las Murallas del Almocábar, han permitido descubrir una serie de restos históricos de gran val.
Entre los hallazgos más destacados se encuentran alrededor de 400 tumbas andalusíes, de las cuales 300 contenían restos humanos, mientras que las otras 90 estaban vacías. Algunos de estos restos han sido enviados a la Universidad de Málaga para estudios genéticos. Además, se han encontrado unos 20 enterramientos romanos, junto con objetos funerarios como vasijas, pendientes y otros elementos rituales del medievo, lo que refleja la riqueza cul.
También se han descubierto vestigios del siglo XVII, cuando en la zona se reactivó una cantera de arcilla y un centro de producción de alfarería, así como piedras de molino y una importante cantidad de estelas medievales. Todo este material será trasladado al Museo Municipal de Ronda, ubicado en el Palacio Mondragón, para su estudio y preservación. Actualmente, los restos se están inventariando para remitir la información al área de Cultura de la Junta de Andalucía.
El equipo encargado de los trabajos ha estado compuesto por dos arqueólogos, una antropóloga y operarios de obra. Se espera que, cuando se inicien las obras del aparcamiento, continúe la supervisión arqueológica ante la posibilidad de que aparezcan más restos de interés. Asimismo, el proyecto incluye un sistema de control para los movimientos de tierra, garantizando la protección del patrimonio histórico del entorno.