Basta con dar un paso al interior del Mercado de Salamanca para escuchar el canturreo de quien lleva toda la vida recorriendo sus pasillos. Cuando tenía ocho años, Gabriel Ruiz tenía claro donde estaba su sitio. Junto a su padre y dedicándose al oficio que tanto le aporta en su día a día. Ya con 15 se encargaba del negocio y a día de hoy es el pescadero más antiguo de este mercado de El Molinillo en Málaga. «Con esa edad ya lo llevaba todo: la compra, la facturación, la carga, descarga, elaboración y venta», cuenta a 101 Televisión el pescadero, quien recuerda cómo sus vacaciones del colegio y sus sábados estaban dedicados a este oficio.
En vísperas de Año Nuevo, el malagueño de la pescadería El Camarón Rubio tiene claro que estas son buenas fechas para el negocio, aunque al ser autónomo, «es como todo, hay veces que se vende más y otras menos». A pesar de que estas son fechas señaladas en el calendario para los negocios encargados de suministrar de alimentos los hogares, reconoce que la gente «cada vez tiene menor poder adquisitivo» y que, al final, todo influye.
«Es verdad que en Navidad las personas se salen un poco más porque quieren poner cosas más buenas y eso potencia la venta», señala. En este sentido, Ruiz apunta que la gente ya tiene los congeladores llenos—muchos desde el 23 de diciembre—pero siempre hay gente que deja algunos productos para última hora. «Ya vienen a comprar lo que va faltando, bien porque hagan una sopa de mariscos y necesiten mejillones, conchitas finas, patas, langostinos u otros productos», señala.
Consejos a sus clientes
Mientras la mañana sigue en el mercado, algún que otro vecino se acerca a comprarle al malagueño. Otros, para cantarle algún villancico o simplemente pedirle algún consejo. De eso siempre tiene. «Siempre digo que lo último que se compran tienen que ser los gambones para que no les pase que no les cabe luego nada», añade el pescadero, quien asegura que siempre suele tener los mismos precios, excepto en algunos casos concretos como las conchas que suben a los 18 o 20 euros.
Es ese momento en el que tiene claro que es importante saber cómo preparar cada plato, donde entra en protagonismo los mejillones, además de que están en su temporada. «Cuando llegamos a casa hay que meterlos en agua para que beban y se hidraten, echándolos a los 20 minutos en una olla, le echamos ajo machacado, zumo de limón, una hoja de laurel y se tapa a fuego lento», explica y termina la lección con que una vez estén abiertos al vapor y cocinados, se espere a que se enfríe la olla y se mete en la nevera para consumirlo de forma que no se altere la cadena de cocción.
El malagueño desmiente el bulo de que los lunes no hay pescado, pues señala que el marisco viene de Pontevedra y viene totalmente fresco porque viene por carretera. «Los lunes sí hay pescado lo que pasa que es el único día laboral que tenemos para hacer nuestras cosas», añade. En los puestos 12 y 13 del Mercado de Salamanca, el malagueño va aconsejando a los presentes mientras retransmite en directo su rutina en redes sociales, ganando cada día más seguidores que no quieren perderse sus consejos ni ver cómo es el día a día de un pescadero que ama su trabajo.
