Grupo Kutxabank, al que pertenece la entidad financiera cordobesa Cajasur, ha cerrado 2024 con un «récord histórico» en su beneficio neto, que ha alcanzado la cifra de 535,8 millones, lo que supone un incremento del 4,9% respecto a 2023, y sus ingresos ‘core’ superaron, por primera vez, los 2.000 millones, tras aumentar un 12,3%.
Según ha informado en una nota Cajasur, que tiene su sede central en Córdoba, al cierre del pasado ejercicio, el Grupo Kutxabank, en el que se integra, ha superado los objetivos de negocio y financieros marcados en el Plan Estratégico 2022-2024.
La entidad ha destacado, igualmente, que en ese «fuerte» incremento de sus ingresos (2.012,1 millones) ha habido una contribución positiva de todos los negocios, impulsados por el margen de intereses, que crece un 16,6%.
La financiación al consumo en 2024 aumentó un 19,2%, por el crédito al comercio (+28%) y la operativa digital, mientras que la destinada a la compra de viviendas, se elevó a 3.406 millones, lo que supone un incremento del 4,7%.
En el crédito a empresas e instituciones, el banco ha destacado el «sólido» crecimiento de la inversión en mayorista, que aumentó un 5,5%, hasta los 14.539 millones, con un crecimiento del 9% en banca Corporativa, 7% en banca Empresas y 8% en banca Promoción Inmobiliaria.
Por otra parte, ha subrayado que su tasa de morosidad (1,28%) es la más baja del sector y la ratio CET1 phased-in es del 17,5%. También ha destacado que en 2024, con un objetivo de «máxima prudencia para asegurar su sostenibilidad», realizó una dotación de 508 millones a contingencias comunes del sector y provisión de activos inmobiliarios.
El banco ha indicado que más del 63% de los ingresos del grupo (1.313 millones) retornó a la sociedad, en salarios, compras a proveedores, pago de impuestos y dividendo social (321,5 millones). También ha apuntado que la financiación sostenible alcanzó los 2.564 millones.
Por otro lado, la sólida generación de ingresos recurrentes mantuvo también los principales indicadores de rentabilidad, ya que el ROTE (retorno sobre el capital tangible) creció hasta el 9,5%; el ROA (retorno de activos) se mantiene en el 0,8% y, excluido el ROF (resultados por las operaciones financieras), el ERE voluntario de Cajasur y el impacto del impuesto a la banca, la ratio de eficiencia se sitúa en el 34,7%. Todo ello, pese al incremento de los gastos de explotación, asociado al esfuerzo inversor en transformación digital y talento, y la máxima prudencia en el capítulo de dotaciones.
