La Unidad de Oncología Radioterápica del Hospital Regional Universitario de Málaga ha comenzado las obras para la instalación y renovación del nuevo equipo de braquiterapia. Con este, los profesionales que trabajan en el servicio podrán realizar las técnicas convencionales así como implementar la braquiterapia de alta tasa prostática, considerada medicina de alta precisión y uno de los tratamientos más efectivos contra esta patología oncológica.
La braquiterapia es una modalidad de tratamiento que deposita en el seno del tumor fuentes de isótopos radiactivos. Permite tratar con precisión pequeños volúmenes preservando las estructuras sanas adyacentes gracias a la rápida caída de dosis en la periferia del área irradiada.
En el Hospital Regional de Málaga se lleva a cabo braquiterapia endocavitaria o endoluminal –en este tipo se introducen unos dispositivos que tienen la forma de la cavidad del órgano a tratar, como son cilindros vaginales, colpostatos, sondas endouterinas, endoesofágicas, endobronquiales, etcétera, la braquiterapia intersticial– se introducen unas agujas huecas a través del área tumoral que pueden hacer de guía para la introducción posterior de tubos huecos de plástico por los que circulará la fuente radiactiva– y la braquiterapia de contacto superficial –los tubos están en contacto, generalmente con la piel, adoptando su forma y sujetos con moldes de cera–.
El contacto de estos isótopos con el tumor dan mayor seguridad y efectividad. «La radioterapia interna o braquiterapia permite una mayor dosis de radiación en un área más pequeña que lo que pudiera ser posible con el tratamiento de radiación externa. Independientemente del tipo de implante que se utilice, este se coloca en su cuerpo, muy cerca o dentro del tumor. De esta manera, la radiación afecta al menor número de células normales posible, lo cual es un plus de seguridad», ha añadido el jefe de servicio de Oncología Radioterápica, Ismael Herruzo, que señala que desde 2002, año en que se puso en marcha, se ha tratado a 1.429 pacientes con más de 5.000 aplicaciones.
«Gracias al equipo que ahora dejará de funcionar, en nuestro hospital hemos implantado este tratamiento en las modalidades intracavitarias, para tumores ginecológicos, endobronquiales y endoesofágicos, e intersticiales, para mama y piel», ha explicado el jefe de servicio de Oncología Radioterápica.
Además, ha señalado que el nuevo equipo permitirá continuar realizando estas técnicas e implementar la braquiterapia de alta tasa prostática, además de renovar el sistema para la braquiterapia intersticial con implante permanente de semillas de I-125 en cáncer de próstata.
«También gracias a la renovación de los aplicadores y del sistema de planificación se podrá hacer la técnica con control de imagen con ecografía y sistema de cálculo con fusión de imagen de Resonancia Magnética, lo cual aumentará la precisión de los implantes», ha sostenido Herruzo, al tiempo que ha destacado la apuesta del servicio por esta modalidad de tratamiento con los doctores Azcoaga y Bodineau, oncólogo radioterápico y radiofísica, respectivamente, a la cabeza.
El nuevo equipo también incorpora otras prestaciones, como sumar las dosis administradas con radioterapia externa realizada con los aceleradores y la braquiterapia, mejorando la precisión y seguridad para los pacientes.
Este comenzará a funcionar en abril tras la instalación y obras de la sala, cuyo plazo de ejecución es de un mes, para lo que se va a reajustar la canaleta de superficie, instalar nuevas tomas de gases medicinales, revestimientos vinílicos en paramentos, climatización, y nuevas luminarias tipo led.
Las principales ventajas del nuevo equipo frente al antiguo son el aumento de la seguridad de los tratamientos, que se trata de un equipo digital, de pantalla táctil y medida automática de la longitud del aplicador colocado así como la disponibilidad de sistema LED que indican el estadio del cable (fuente radiactiva).
Todo ello en aumento de la seguridad del sistema, como el sistema de check-list de los tratamientos. Además, es un equipo más rápido en el desplazamiento de la fuente, aumentando el confort de los pacientes al tener menos tiempo colocado el aplicador.
