Frutos asegura que colaborarán con el Ayuntamiento en la línea de trabajo de la ciudad por un turismo de calidad
El presidente de la Asociación de Hostelería de Málaga (Mahos), Javier Frutos, ha pedido «no demonizar» las despedidas de solteros en general ya que muchas de ellas se realizan como «cualquier celebración» aunque sí ha lamentado que haya «grupos de chicos o chicas que van vestidos de forma no decorosa porque eso al final no es atractivo para una ciudad que busca una línea de calidad».
En este sentido, ha indicado que la mayoría de restaurantes «prohíben la entrada» con vestimentas «poco decorosas» o por salidas de tono con temas de ruidos «pero no hay que denostar lo que es la despedida como tal». «Muchos vienen comportándose como grupos de amigos en un cumpleaños; sí estamos en contra de grupos que no ayudan a tener una línea de calidad como la que está llevando Málaga», ha reiterado.
Cuestionado por los periodistas, después de las críticas por determinados grupos que se ven en el centro histórico y el ruido que provocan, molestando a los vecinos, Frutos ha insistido en que «no hay que generalizar». «Todas las despedidas no son iguales y quizá estamos sesgando un turismo de calidad porque no todas son malas, aunque son las que más ruido hacen», ha añadido, aclarando que también puede haber celebraciones de cumpleaños «vestidos de forma que no son adecuadas».
Sobre qué podría hacer la ciudad para evitar estos grupos, el presidente de Mahos ha recordado que en hostelería se tiene el derecho de admisión. También ha apuntado que «en breve» se mantendrá una reunión con el Ayuntamiento de la ciudad, dentro de las que se tienen habitualmente, en la que podría abordarse el tema de las despedidas de solteros que provocan problemas.
«Nos dirán cómo rebajar ese reducto pequeño de personas en grupo vestidas de forma indecorosa. Saben que tienen siempre nuestra colaboración para sumarnos a la calidad», ha apostillado.
PREVISIONES
En cuanto a las previsiones del sector, el presidente de Mahos Málaga ha señalado que la Semana Santa, que se esperaba buena, se confirmó como tal, arrancando así la recuperación tras dos años de pandemia de la COVID-19.
«La Semana Santa era el pistoletazo de salida de la ansiada normalidad y fue en la línea que esperábamos», ha reiterado, añadiendo que confían en que el verano sea «bueno y que no haya nada que enturbie la llegada de la normalidad».
Frutos ha esperado que puedan trabajar «como antes de la pandemia y que se acabe por fin el COVID, la guerra –de Rusia contra Ucrania– y las cosas de nuestro entorno que nos estaban haciendo bastante daño».