Los hoteleros andaluces han cerrado 2022 con «una incipiente recuperación» de las cifras de ocupación respecto a 2019, año de referencia antes de la pandemia por Covid, pero también con una bajada de rentabilidad que «lastra» los resultados del sector, dejando así un «sabor agridulce».
En un audio, el secretario general de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turisticos, Rafael Barba, ha apuntado que «poco a poco» el sector se va recuperando de los efectos provocados por la pandemia» y, por tanto, este es «el camino», pero, no obstante, la recuperación «todavía no se ha cumplido».
Así, la planta hotelera andaluza cerró 2022 con 50.081.614 de pernoctaciones y dista todavía un 8,69% de las registradas en 2019, año de referencia prepandemia, aunque va «acortando distancias con anteriores periodos analizados».
Además de las pernoctaciones, la evolución de otros indicadores de interés ayuda a entender la situación de este sector que va consolidando su recuperación. Así, en cuanto a viajeros alojados en los establecimientos hoteleros, Andalucía cerró 2022 con un total de 18.234.268 personas, lo que supone aún un -8,97% con respecto a 2019, cuando finalizó con 19.869.537.
La alta rotación de clientes a la luz de los datos que arroja el ejercicio es «un condicionante más» a la hora de determinar los costes operativos del sector. Esto se suma a los incrementos de los costes energéticos (un 300%), los carburantes (un 25%) y los alimentos y bebidas (un 21%) que también condiciona los resultados económicos y de rentabilidad y sitúan la diferencia entre los ejercicios 2019 y 2022 en un -12,75%.
«Esta es, sin lugar a dudas, la asignatura pendiente a mejorar para el presente año; resolverla dependerá de la evolución de la situación macroeconómica de nuestro entorno», ha subrayado.
El sector ha apuntado que las empresas del sector al presentar sus cuentas anuales «no entregan las estadísticas que determina el INE». «La fórmula sencilla de la cuenta de resultados es ingresos menos gastos, y ahí es donde se produce la desviación», ha afirmado.
En este sentido, ha detallado que, aunque el ingreso medio por habitación (ADR) en Andalucía respecto al año 2019 se ha incrementado en un 15,42%, «en ningún caso viene amortiguar el incremento desmedido de los costes de producción», por lo que esa es la realidad en la que el sector ha desarrollado su actividad durante el pasado años 2022.
Respecto a 2021, los datos indican «una clara mejora y recuperación», pero ha indicado que «aún queda tiempo» para recuperar las cifras prepandemia, especialmente las vinculadas a la rentabilidad, principal cuestión que preocupa al sector, máxime teniendo en cuenta la pérdida de poder adquisitivo de la población tanto nacional como internacional como consecuencia de las altas inflaciones en las que se
sitúan los países europeos.
No obstante, el sector hotelero quiere poner en valor su alta capacidad para «recomponer la maltrecha situación» que provocó la pandemia en el conjunto de la actividad turística; su fortaleza y su condición de industria «indispensable» para el desarrollo socioeconómico de Andalucía.