El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se ha referido este jueves a la futura torre del puerto y ha asegurado que «el Ministerio de Cultura no va a prohibir que se erija ese edificio» porque «nuestros expertos dicen que no se produce el expolio que habían señalado algún organismo internacional como riesgo».
«Se va a poder hacer esa torre y, además, nos pasará como con todas las torres, al cabo del tiempo será una referencia querida y del gusto de la mayoría como han sido la mayoría de torres, no digo solo los rascacielos de Nueva York, sino las torres de Barcelona, que son apreciadas por la ciudadanía como símbolo de la ciudad», ha puesto como ejemplo.
Así lo ha afirmado durante su participaión en el ‘Encuentro SER, Picasso 50 aniversario de su muerte’, organizado por SER Málaga. Cabe recordar que ya la dirección general de Cultura de Bellas Artes archivó el expediente de expolio en relación con la torre del puerto de Málaga. En concreto, precisaron que se archivó tras concluir «la falta de evidencias probadas para determinar la existencia de expoliación» en el citado proyecto.
Iceta ha asegurado que «nosotros en este tema hemos hecho lo que tocaba», precisando que una institución internacional, Icomos, levantó una alerta sobre este proyecto y «nosotros, como somos un país que ha suscrito todos los tratados internacionales de protección de patrimonio, nos pusimos a trabajar sobre la cuestión».
Ha insistido en que «en opinión de los técnicos del ministerio no hay expolio del paisaje» pero, ha continuado, «también nos hemos atrevido a hacer unas recomendaciones sobre cómo hay que obrar para que así sea».
«En esto tenemos que huir todos de arbitrariedades y de gustos personales, porque para gustos, colores», ha dicho el ministro, que, en este sentido, ha recordado que «hace 20 años Benidorm era como una maldición y hoy es tomada como referencia por países que quiere también un desarrollo turístico denso». Por tanto, ha incidido, «hay que evitar dejarse llevar por modas y ser el máximo de objetivos».
Así, Iceta ha dicho que España tiene los «mejores técnicos y expertos en patrimonio cultural» y ha recordado que cada vez que llega un expediente o queja «la sometemos a los expertos, porque no será porque le guste o no al ministro». «Esto va porque gente que sabe, marca el camino».
En este punto, ha dicho que él viene «un poco condicionado» porque viene de Barcelona y «allí tenemos algunas torres», aludiendo a la Sagrada Familia, que en su tiempo «se consideró que era una locura; el proyecto, incluso, planteaba, en cierta medida todavía plantea, que hay que eliminar algunos bloques de casas para esponjar el terreno alrededor de ese edificio», ha recordado. Y, así, ha continuado, «luego llegaron los Juegos Olímpicos, que se hicieron dos torres nuevas en Barcelona junto al mar».
Sobre las torres en general, ha dicho, «hay que preservar unas distancias, unas proporciones y hacer las cosas con buen gusto» y «esto es lo que va a hacer el Ministerio».
Por tanto, sobre el proyecto de Málaga, ha incidido, «lo que decimos es que hay que cumplir las leyes de Patrimonio, hay que recordar a las administraciones que actúan que esas leyes establecen unos criterios y que nosotros vamos a hacer que haya algún tipo de recomendación que pueda ser útil a esa labor».
LA FAROLA
Precisamente, también se ha referido al trámite iniciado para que La Farola de Málaga sea Bien de Interés Cultural (BIC) y ha aclarado que «el año que viene» se tendrá. «La Farola hay que protegerla, pero no puede hipotecar todo un puerto ni una ciudad».
Por ello, ha dicho, lo que se busca es «no solo declarar bien de interés cultural, sino recomendar cómo hay que actuar para que ese bien no se deteriore pero que, al mismo tiempo, permita desarrollar proyectos en la zona».
El ministro ha reconocido que es «siempre muy complicado» y ha aclarado que «es lógico» que un bien, como La Farola, quieran ser protegidos, pero «al mismo tiempo hemos de ser muy conscientes de que las ciudades evolucionan», aludiendo, en este punto, «a la polémica» con la torre del puerto.
OBRAS CATEDRAL
Las obras del tejado de la Catedral ha sido otro de los puntos abordados por Iceta y tras ser cuestionado sobre si el Gobierno tiene previsto aportar algún fondo, ha señalado que el Ministerio «tiene un plan de restauración de catedrales» pero «de vez en cuando hemos de hacer frente a novedades, a sobrevenidos como es el caso del tejado de la Catedral de Málaga».
Al respecto, ha explicado que en diciembre acudirá a una reunión de trabajo a Málaga el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes y se abordará esta cuestión. «Seguro que encontraremos la forma de colaborar», ha avanzado, al tiempo que ha señalado que en el caso de las obras de la Catedral de Málaga «existe el riesgo de que «sino se procede con agilidad a reparar el techo, tengamos luego problemas mucho más serios» que «no nos podemos permitir».
BIBLIOTECA
Por otro lado, Iceta ha señalado que está previsto que finalice la obra en el Convento de San Agustín para albergar la Biblioteca Pública del Estado en 2025, precisando que se han hallado «unos restos» que «ha demorado el proyecto», pero la previsión, ha incidido es que «acabe en 2025».
Iceta ha valorado, de igual modo, «el esfuerzo inmenso en materia de archivos y bibliotecas» que se está haciendo en España. «Las bibliotecas públicas que estamos realizando son verdaderos templos», ha destacado el ministro, al tiempo que ha señalado que «mientras esperamos en 2025 gozar de esa biblioteca de Málaga, me atrevo a invitarles a visitar la biblioteca pública del Estado en Córdoba, que es la que se va a abrir en diciembre, que es realmente un templo».
Ha explicado que en obras de estas características «lo que ocurre es que cubren varios años y, a veces, incluso, varios gobierno», reconociendo, por ejemplo, que está «muy empeñado» en que se acometan las obras de la biblioteca pública del Estado en Barcelona, que llevan un retraso de 30 años».
Por último, ha recordado el funcionamiento «francamente bien» de las bibliotecas. «Son bibliotecas del Estado, pero el Estado somos todos y en el momento que se entrega la obra finalizada y con su mobiliario corresponde a las comunidades su gestión».
«Siempre hay algún problemilla, pero es un modelo que está funcionando muy bien y del que merece la pena que nos sentimos orgullosos» en relación con «una manera de hacer que está reforzando nuestro patrimonio», ha concluido.