Las medidas arancelarias estadounidenses vuelven a sembrar la preocupación en el campo andaluz. Desde el retorno de Trump a la Casa Blanca el pasado enero, la aplicación de trabas a la importaciones extranjeras eran una posibilidad que, este pasado lunes, ha acabado confirmándose con el anuncio del presidente estadounidense, que informó de su intención de gravar los productos agrarios que entren a Estados Unidos desde el próximo 2 de abril y que se sumará a los impuestos del 25% ya aplicados sobre el acero y el aluminio.
«Prepárense para empezar a producir una gran cantidad de productos agrícolas que se venderán dentro de Estados Unidos. Los aranceles se aplicarán a estos bienes externos el 2 de abril», se dirigió Trump a través de su red social ‘Thrut Social’ a los norteamericanos.
Aunque hasta el momento no ha trascendido cuál será el porcentaje arancelario a las importaciones del sector, la noticia ha sido recibida con preocupación por parte de los agricultores andaluces, que temen la repercusión que puedan tener estas medidas sobre uno de los mayores mercadores del mundo: «Se anuncian fuertes aranceles de Estados Unidos a los productos europeos y, por lo tanto, la agricultura va a salir perjudicada», ha asegurado Eduardo López, secretario de la organización de COAG Andalucía.
hasta el momento no ha trascendido cuál será el porcentaje arancelario a las importaciones del sector
En las últimas horas, las organizaciones agrarias COAG, UPA y Asaja han aunado sus voces para pedir a la Unión Europea una respuesta «a la altura» y defensa del sector ante el «nacionalismo de mercado» que se viene promoviendo desde el gigante norteamericano en las últimas semanas.
«Europa no puede tener el mercado abierto de par en par y que vengan a hacer negocio a nuestro mercado. Si EE.UU y otros países se protegen, nosotros debemos proteger nuestro mercado también y nuestro agricultor y ganadero», ha defendido López, a la vez que ha abogado por establecer acuerdos mercados potenciales alternativos como «China, Canadá, Japón o los países árabes, mercados con un poder adquisitivo alto».
El director de Asaja Andalucía, Félix García de Leyaristy, ha apuntado que el 20% del aceite de oliva exportado tiene como destino Estados Unidos, por lo que la imposición de aranceles del 25% es realmente preocupante: «Imagina si nos influye, influye muchísimo. Estamos muy preocupados», ha subrayado, al mismo tiempo que ha incidido en el impacto negativo que puede suponer para el propio Estados Unidos estas medidas, ya que «solamente producen el 5% de aceite de oliva que consumen».
«Afectaría a unos productos más que a otros»
La imposición arancelaria que la Administración Trump plantea aplicar desde inicios de abril generará un enorme impacto sobre las exportaciones agroalimentarias andaluzas, si bien no afectará en la misma medida a todos los productos. En la anterior legislatura, la aceituna negra fue uno de los más afectados.
«Es momento de ser cautos, no sabemos si va a ser genérico, si va a afectar a una serie de productos, si se va a circunscribir a una serie de países y a otros no, no sabemos nada, solo hay una amenaza, porque no se puede calificar de otra manera, que desde luego sería negativa», ha manifestado el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco,
En su intervención, Pacheco se ha comprometido, en nombre de la Junta a apoyar a aquellos sectores más afectados: «Habrá que hablar de la fiscalidad de esos sectores, ver posibles ayudas y habrá que arrimar el hombro», ha afirmado el consejero.
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