En el marco del SIMED (Salón Inmobiliario del Mediterráneo) inaugurado este jueves en Málaga, Jesús Gil, referente en el sector inmobiliario y director de Gilmar, una de las principales agencias del sector en España, ha compartido su visión sobre el mercado de la vivienda Málaga, el papel de la administración pública y el futuro de las viviendas turísticas. Lo ha hecho en una entrevista con 101 Televisión, en la que ha afirmado que “la Administración debe trabajar para que la gente pueda comprar sus viviendas, no regalarlas».
Hijo del polémico exalcalde de Marbella, ha centrado su carrera en el sector inmobiliario, promoviendo proyectos de alto nivel en municipios como Estepona y Marbella. Actualmente, Gilmar cuenta con 30 oficinas en Madrid y seis en Málaga, además de presencia en Cádiz, y haber consolidado su presencia en el mercado inmobiliario español con una amplia gama de proyectos residenciales y de lujo. De hecho, entre las promociones más destacadas en la provincia, Gil ha puesto énfasis en dos proyectos: El Balcón del Mediterráneo y Portomare, ambos ubicados en Estepona. El primero de ellos está diseñado para un perfil de cliente extranjero con un alto nivel adquisitivo, mientras que el segundo se encuentra cerca de la plaza de toros, apuntando a un mercado más diverso.
En cuanto a la situación actual del mercado inmobiliario en Málaga, Gil ha sido tajante en su postura respecto a la política de vivienda. «No hay que regalar viviendas a nadie. El hecho de nacer no te da derecho a una vivienda gratuita», ha expresado. Según él, la administración debe centrarse en crear las condiciones que permitan a los ciudadanos acceder a una vivienda, como generar empleo y estabilidad económica. «Cuantas más personas puedan acceder a una vivienda, mejor, más posibilidades tenemos de hacer negocio», ha señalado.
Precios inalcanzables
A la hora de hablar sobre las ciudades de Marbella y Estepona, dos de los principales destinos turísticos de la Costa del Sol en los que se teje su ardua experiencia, Gil ha asegurado que son localidades atractivas para ciertos perfiles de compradores, especialmente aquellos con alto poder adquisitivo. Sin embargo, también ha dejado claro que para un joven resulta imposible encontrar una vivienda en estos lugares por 100.000 euros, lo que refleja la creciente desconexión entre la oferta y la demanda de vivienda asequible en la zona.
Viviendas turísticas
Otro de los temas abordados ha sido viviendas turísticas, un sector en auge en España debido a la creciente demanda tanto de turistas como de propietarios que buscan rentabilizar sus propiedades a corto plazo. Gil ha subrayado que es esencial una regulación que proteja tanto a los vecinos como a los establecimientos hoteleros. «Los tiempos evolucionan y las formas de vivir también, pero necesitamos una regulación que no perjudiquen a los residentes ni cree una competencia insana a los hoteles», ha explicado.
En su opinión, las viviendas turísticas tienen un hueco en el mercado, pero se deben gestionar con «sentido común» para evitar tensiones con otros actores del sector. Además, ha lamentado que no exista una normativa uniforme en todo el país. «Sería deseable que todas las comunidades tuvieran la misma reglamentación», ha apuntado.