Catorce años después de negar el asesinato de sus hijos, José Bretón ha confesado el asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, uno de los crímenes más recordados en el país en las últimas décadas y por el que cumple una condena de 25 años de prisión.
Esta confesión por parte de José Bretón, viene dada en unas cartas que envió al escritor Luisgé Martín, con este escritor se estuvo mandando cartas durante tres años e incluso este fue a visitarle a prisión cuando se encontraba en Herrera de la Mancha. El escritor ha dado a conocer el contenido de estas conversaciones en una entrevista en El Confidencial.
En las cartas que se han recogido, se ve como José Bretón confiesa que el filicidio que realizó no fue por venganza, habla de que estaba de acuerdo con la separación » A mí no me parecía mal el divorcio, pero me atormentaba esa incertidumbre, el hecho de no saber qué iba a pasar con mis hijos».
El Parricida excusa su actuación en la impaciencia. «Es como si se me hubiera metido un monstruo dentro de la cabeza que no me dejara dormir ni pensar en otra cosa. No podía encontrar soluciones. Y cada día era peor que el anterior».
José Bretón asegura que sus hijos no sufrieron en ningún momento y que antes de que los quemase comprobó que no respiraban, «Había dos condiciones que tenían que cumplirse: que murieran sin sufrimiento y que los cuerpos desaparecieran luego para que no los encontraran. Sin cadáveres no hay crimen, eso está en cualquier novela policiaca».
Bretón le contó al escritor Luigsé Martín como procedió a realizar el crimen, «Disolví las pastillas machacadas en agua con azúcar y se la di para que bebieran. Antes de poner los cuerpos en el fuego comprobé que no respiraban, estaban ya muertos. No se enteraron de lo que iba a pasar. Confiaron en mí. No hubo miedo ni dolor ni ningún tipo de sufrimiento».
Cuenta también en las misivas que intercambió que en el momento que vio los cuerpos arder, se arrepintió: «Allí mismo, al pie de la hoguera, en cuanto los cuerpos empezaron a arder me dije: ¡Pero qué has hecho! ¡Qué has hecho! Ojalá hubiera podido dar marcha atrás en ese momento. Pero ya no había remedio. Creía que estaba protegiendo a mis hijos de un futuro terrible».
Bretón confiesa que ha tenido que perdonarse a si mismo, «Si hubiera sido al revés, si Ruth hubiera matado a nuestros hijos, yo la habría perdonado, porque es un sentimiento que me sale con naturalidad. Pero entiendo que ella no me perdone jamás y que me desee todo el mal del mundo. Me lo he ganado con creces».
Todo el contenido de este intercambio de cartas entre José Bretón y el escritor Luisgé Martín se publicarán en el libro ‘El Odio’, el cual saldrá a la luz en poco tiempo.
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