Dos rinconeros están dando que hablar en los últimos días por su aparición en la élite. Por un lado está el futbolista Juan Cruz, que aunque nació en Quilmes, Argentina, creció desde bebé en Rincón y allí dio sus primeras patadas al balón. Pasó por la cantera del Málaga y el verano de 2021 se marchó libre al filial del Betis, donde ha progresado hasta conseguir una oportunidad en el primer equipo de la mano de Manuel Pellegrini.
El atacante, de 22 años, está respondiendo y el pasado domingo marcó su primer gol en Primera División en su cuarto partido con el conjunto verdiblanco, con el que ha ido saliendo como suplente en las últimas semanas desde su debut a mitad de octubre contra el Almería en el Benito Villamarín. Ha renovado hasta 2025 y tiene una cláusula de rescisión de 24 millones de euros. Un proyecto de futuro que apuntaba a ser malaguista y que finalmente están disfrutando en el Betis.
Sí está consiguiendo eso de ser profeta en su tierra Mario Saint Supery, promesa del baloncesto malagueño del Unicaja que en los últimos días ha estrenado su casillero anotador en la ACB precisamente contra el equipo de baloncesto del Betis con apenas 16 años. Encestó sus dos primeros puntos en la máxima categoría y sigue dando pasos en su paulatino ascenso a la élite desde que en el pasado marzo se dio a conocer al gran público con su debut en Liga.
También ha participado ya en competición europea y es un habitual del primer equipo como reserva. Todavía tiene mucho recorrido por delante para conseguir un puesto en el roster principal del Unicaja, pero su trayectoria es muy prometedora. El entrenador del equipo, Ibon Navarro, le exige para que no pare de crecer. “Tiene que entender que no es el niño, que no puede venir a entrenar siendo ‘el niño’, sino siendo el trece, que quiere jugar y que debe ganarse los minutos. Para la gente es el niño, pero para nosotros, no”, valoró el técnico vitoriano.
Mario tampoco pierde la conexión con su generación y el pasado verano consiguió la medalla de plata con la Selección Española en el Europeo Sub-16, celebrado en Macedonia del Norte. Un torneo en el que, además, el base malagueño fue designado como mejor jugador e integrante del quinteto ideal.