Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este martes a un hombre acusado de presuntamente asesinar a su primo para robarle la droga que tenía en casa. Así, la Fiscalía solicita que se le imponga una pena de 30 años de prisión y acusa también a otra persona por supuesto encubrimiento.
Según las conclusiones iniciales del ministerio público, la víctima residía con su pareja, con la que tenía tres hijos, en la capital malagueña y desde ese domicilio habitual «como forma de subsistencia, se dedicaba a la venta de pequeñas dosis de hachís y cocaína», sustancias que supuestamente guardaba en la cocina.
Presuntamente, dice el fiscal en su escrito provisional, al que ha tenido acceso Europa Press, la venta la realizaba desde esta vivienda, si eran compradores de su confianza, o iba al lugar convenido. El día de los hechos, tras comer en casa de su suegra, fue a su domicilio al haber recibido varias llamadas de clientes.
El acusado, que supuestamente también se dedicaba a la venta de droga, fue a la casa de la víctima «con la intención de apropiarse de la droga que aquel tuviese, asumiendo que con su acción pudiera acabar con su vida, para lo que llevaba un cuchillo», según el relato de la acusación pública.
Así, tras franquearle la víctima la puerta, «de forma súbita y repentina el acusado se abalanzó sobre él, esgrimiendo el cuchillo, no pudiendo, por ello, ejercer una defensa eficaz» el otro hombre ante el supuesto «violento y sorpresivo ataque», según señala el ministerio fiscal.
Este intentó protegerse con las manos para evitar la primera puñalada, «que no pudo esquivar por la rapidez y lo inesperado» del ataque, recibiendo numerosas puñaladas en distintas partes del cuerpo, lo que le hizo caer al suelo y arrastrarse. Finalmente, fue degollado, lo que le produjo la muerte en ese momento.
Para el fiscal, supuestamente, el procesado «además de acabar con la vida de su primo, le ocasionó gran sufrimiento a consecuencia del número de lesiones producidas, siendo algunas de ellas innecesarias para causarle la muerte», por lo que le acusa de un delito de asesinato, por el que pide que se le condene a 25 años de cárcel.
Asimismo, supuestamente, antes de abandonar la vivienda, «conforme al plan trazado –relata el fiscal–, se apoderó de unos 100 gramos de cocaína que guardaba la víctima ya preparados en papelinas listas para su venta». Por esto, también se le acusa por un delito de robo con violencia, por el que solicita cinco años de cárcel.
Tras esto, el principal acusado fue recogido por el otro procesado, con el que previamente había quedado. La acusación pública cree que ese día y en los posteriores, «dio a conocer al otro que había acabado con la vida» de su primo, «tramando ambos una coartada para dificultar las pesquisas». Por esto, se le acusa a este de un delito de encubrimiento, pidiendo un año y nueve meses de prisión.
En cuanto a la indemnización, la Fiscalía considera que el acusado debe pagar 100.000 euros a la esposa del fallecido, 90.000 euros a cada uno de los tres hijos, y 80.000 euros a la madre.
El juicio está previsto que se celebre por un jurado popular durante esta semana y la siguiente, inicialmente hasta el día 11 de marzo, han informado fuentes judiciales.