La afluencia a los chiringuitos andaluces roza el 100% con una mayor tendencia de clientes extranjeros. La secretaria de la Asociación de Empresarios de Playa de Málaga (Aeplayas), Patricia Ojeda, ha asegurado que la afluencia de los chiringuitos de Andalucía se encuentra «entre el 90 y el cien por cien», siguiendo la tónica que tienen siempre de «gran afluencia» en los meses de verano, especialmente en agosto, aunque ha resaltado que hay una tendencia «más de un público nórdico y de extranjeros» que de españoles.
Así lo ha expresado Ojeda en declaraciones a Europa Press, en las que también ha afirmado que «se ha invertido un poco más en los perfiles de turistas que estamos teniendo este año» y que desde el Patronato de Turismo y Planificación y los estudios de las reservas –tanto de apartamentos como de hoteles–, han indicado que «el público español se ha retrasado un poco en el tema de reservas, mientras que el público extranjero se ha adelantado». Por su parte, el sector hotelero también les ha trasladado que «el 70% de las reservas tanto de hoteles como de apartamentos es de extranjeros».
La afluencia a los chiringuitos andaluces roza el 100% con una mayor tendencia de clientes extranjeros
De igual forma, la secretaria de Aeplayas ha señalado que la pretemporada y el inicio de la temporada han sido «muy buenos y con mucha afluencia de visitantes», pero matizando que, con respecto a otros años, principios de julio sí ha sido «un poco más flojo en cuanto a afluencia en los establecimientos, aunque no en visitantes». Además, ha añadido que, a pesar de «no encontrarse mejor que otros años», como mínimo están en «cifras y números similares a los de 2023».
Sin embargo, ha destacado el problema de la «turismofobia» que se ha ido generando poco a poco –en especial en la zona de Málaga– que antes no existía, ya que «los turistas entran en conflicto con los residentes». Ha agregado que esta masificación turística al final también afecta a los empresarios de playa a la hora de buscar personal al «no tener donde alojarse» y que, en general, a pesar de que este sector «puede llegar a generar cerca de 25.000 empleos», están atravesando dificultades no solo para encontrar personal, sino para encontrar «trabajadores cualificados» que presten sus servicios.
Por otro lado, ha señalado que, debido a que los tiempos van cambiando, el público es cada vez «más exigente» y les demandan «una mayor calidad, un mejor servicio y mayores prestaciones», lo que los obliga a evolucionar en este sentido y a «invertir, actualizarse y apostar por una gastronomía mejor».
En esa línea, Ojeda ha resaltado que estos negocios, simplemente por ser de playa, «ya son excelentes» y que son ellos mismos los que «deben apostar por promover y defender esa excelencia», aunque también dependerá de que las administraciones públicas «hagan bien su trabajo».
En cuanto a lo anterior, ha detallado que la relación con las administraciones «es buena y hay entendimiento», y en un inicio «tienen la voluntad para resolver los problemas que hay, que son muchísimos». Por su parte, ha asegurado que se encuentran en esa «búsqueda de soluciones», sobre todo para crear una seguridad jurídica que «nos permita acometer esas inversiones y realizar todo aquello que el cliente nos demanda».
Asimismo, ha pedido a las administraciones que «se coordinen, que trabajen y que simplifiquen los procedimientos, que haya un diálogo y no porque haya cambios de partidos políticos obstaculicen, sino que se sienten a buscar soluciones prácticas y que nos permitan ellos quitarse trabajo y nosotros poder trabajar».
Para terminar ha hecho un llamamiento para que «todos pongan su granito de arena para que el sector funcione» y el turismo, que es «su motor principal, quede satisfecho, contento y repita todos los años».