El Consejo Rector de la Agencia Tributaria de Andalucía (Atrian) ha aprobado el Plan de Control Tributario, que contempla las directrices de la agencia en materia de investigación y detección del fraude fiscal, así como el diseño de las líneas estratégicas para combatirlo y evitarlo.
En una nota de prensa, la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos ha informado de que el Plan de Control Tributario, que se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), es un documento estratégico que emana del Plan de Acción Anual de la Atrian, el cual desarrolla, a su vez, las líneas generales que vienen establecidas en el Contrato de Gestión cuatrienal de la agencia.
El Plan de Control Tributario de 2023 se ha planteado en torno a tres líneas de actuación principales. La primera, la prevención del fraude fiscal. La segunda, las medidas para detectar, corregir y, en su caso, sancionar los incumplimientos tributarios; y la tercera, la colaboración con otras administraciones en la lucha contra el fraude fiscal.
En este sentido, hay que recordar que la Junta de Andalucía es una de las administraciones con los impuestos más bajos y que ofrece mayor flexibilidad para el cumplimiento de las obligaciones tributarias, pero es al mismo tiempo, como ha recordado la consejería, «absolutamente implacable con el fraude fiscal».
Las directrices generales del Plan de Control Tributario para 2023, en lo que se refiere a la prevención del fraude fiscal, se centran en medidas de información y asistencia al ciudadano, mediante una atención multicanal al usuario (que incluye la atención presencial, telefónica, y online en diversas modalidades) que garantiza el acceso a la
información y a la tramitación correspondiente durante las 24 horas, los siete días de la semana.
El objetivo es ofrecer asistencia directa al contribuyente, generar contenidos informativos adaptados a sus características y necesidades, implementar nuevos cauces de comunicación con los ciudadanos, así como desarrollar, mejorar y actualizar las herramientas de autoayuda existentes, o evaluar la calidad de los productos y servicios que ofrece, mediante encuestas para detectar nuevas necesidades de servicio.
Además, el plan contempla acciones específicas para atención a colectivos con necesidades especiales, mediante la mejora de la accesibilidad a los servicios de información y asistencia, que faciliten el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias.
Igualmente, se han previsto acciones de apoyo a los colaboradores sociales que ayuden a reforzar el servicio que prestan estos profesionales, de tal modo que puedan contar con un medio de interlocución con la Atrian directo, inmediato y eficiente para
la resolución cuestiones acerca de la aplicación de los tributos y con posibles incidencias técnicas relacionadas con los dispositivos, aplicaciones y utilidades que utilizan.
Y todo ello, sin olvidar las medidas para el fomento de una cultura cívica de cumplimiento de las obligaciones tributarias, con las que se persigue mejorar el cumplimiento voluntario de éstas. Son actuaciones e iniciativas para mejorar los conocimientos y la comprensión de la ciudadanía del sistema tributario, así como la relación existente entre los ingresos públicos y la disposición de bienes y servicios públicos.
MEDIDAS PARA LA DETECCIÓN DEL FRAUDE FISCAL
Respecto a las actuaciones para detectar, corregir y, en su caso, sancionar los incumplimientos tributarios, el plan de la ATRIAN incluye medidas para la selección de las operaciones con mayor riesgo fiscal, con el objetivo de incrementar el nivel de cumplimiento voluntario de los contribuyentes.
Así, como criterios generales, todas las autoliquidaciones serán objeto de una evaluación de riesgo, se hará un estudio de segmentación de contribuyentes y los diferentes niveles de riesgo se determinarán a través de distintos procesos y fases de verificación, tanto automatizados como manuales. La calificación de riesgo que se
determine para cada expediente determinará, asimismo, una concreta actuación administrativa.
Al mismo tiempo, se realizarán verificaciones masivas de todos los
expedientes, mediante procesos automatizados, muestreos y nuevos cruces de información con diversas fuentes. También se realizarán actuaciones programadas de control tributario, y se reforzará la gestión de los procedimientos de cobro por la vía de apremio para aumentar su
eficacia, de modo que tengan también un efecto disuasorio sobre los posibles defraudadores.
Por último, las directrices del Plan de Control Tributario de la Atrian para este año contemplan medias específicas de colaboración con otras administraciones tributarias –tanto del Estado como del resto de las comunidades autónomas o las administraciones locales– en materia de lucha contra el fraude, para lo que se concretarán criterios uniformes y procedimientos comunes de intercambio de información.