Las últimas noticias sobre el aumento en la detección de fiebre catarral ovina —conocida como fiebre de la lengua azul— en algunas fincas de Portugal y también en las islas de Menorca y Mallorca ha ocasionado que desde la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural se haya comenzado a gestionar la compra de vacunas frente al serotipo 3 ante “el riesgo que podría suponer para el ganado andaluz”, han manifestado desde la Junta de Andalucía.
La lengua azul es una enfermedad vírica no contagiosa, que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes, fundamentalmente a las ovejas, pero también a bovinos, cabras, búfalos, antílopes, ciervos o alces, y que se transmite a través de los mosquitos de la especie Culicoides.
Es por ello que, como apuntan desde la Consejería de Agricultura, se ha dado este paso en la compra de dosis para que, si el Gobierno central apuesta por esta medida, la Administración andaluza pueda “agilizar los trámites previos para poder proceder a la distribución de las mismas en caso de ser necesario”, lo que permitiría “proteger a la cabaña ovina de Andalucía” de forma inmediata, han explicado.
De esta forma, desde la Junta explican que se encuentran en contacto permanente con el Gobierno central para conocer la información actualizada sobre la situación de los casos notificados por el gobierno portugués, a la vez que subrayan en mantener un diálogo continuo con el sector ganadero, ofreciéndoles respaldo en todo aquello que necesiten y que se encuentre “dentro de sus competencias”.
Vigilancia y vacunación
Como bien informan desde la Consejería, la prevención ante la fiebre de la lengua azul se lleva a cabo en la comunidad andaluza a través de acciones de vigilancia, vacunación y, en caso de ser necesario, mediante “el control de los movimientos de los animales sensibles a esta enfermedad”, detallan en un comunicado.
Así, como continúan precisando, desde el Gobierno autonómico han destinado este verano más de un millón de euros en la compra y distribución de vacunas bivalentes —llamada así porque contiene dos componentes de protección— que protegen al ganado frente a los serotipos 1 y 4 del virus de la lengua azul. Esta medida se enmarca en el Programa Nacional de Vigilancia, Control y Erradicación de la Lengua Azul 2024, que establece la obligatoriedad de vacunar a los ejemplares de más de tres meses frente a estos serotipos de la enfermedad. En total, se calcula que esta iniciativa incide en el bienestar de alrededor de 2,6 millones de cabezas de ganado ovino (2,1 millones) y bovino (515.000 ejemplares).
