La lucha contra la despoblación no sólo busca que los jóvenes permanezcan en sus municipios de origen, especialmente del interior de la provincia de Málaga; o que lleguen familias y personas de mediana edad a esas localidades sino que también persigue que las personas que se han jubilado puedan disfrutar de esta nueva etapa disfrutando de la calidad de vida que da habitar en un pueblo.
Así lo ha indicado la vicepresidenta segunda de la Diputación de Málaga, Natacha Rivas, quien ha destacado la importancia de la denominada ‘silver economy’ o economía plateada en la lucha contra la despoblación: «Se trata de personas con una pensión garantizada y muchos años por vivir y disfrutar y que pueden dar vida a los pueblos».
La economía plateada es un concepto que incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a cubrir las necesidades de las personas mayores, y que aglutina sectores tan diversos como la salud, la banca, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, el ocio y el turismo, entre otros.
Para ello, los municipios deben disponer de servicios de cuidados, salud, ocio, cultura, etcétera. Pero esas personas jubiladas, ha manifestado Rivas en declaraciones a Europa Press, también pueden ofrecer lo que saben hacer para integrarse y dar vida a los municipios.
«Muchos jubilados tienen energía, capacidad y fuerza. Tenemos que detectar sus necesidades pero también sus potencialidades: qué ofrecen, qué les falta; en definitiva, dar cobertura para que personas de grandes municipios puedan decidirse a ir a pasar la última etapa de sus vidas a los pueblos», ha opinado.
Esta opción es «una pata más» dentro de la estrategia contra la despoblación de la Diputación de Málaga. Para la vicepresidenta segunda y responsable del Área de Despoblamiento, si se aumenta la población los servicios «se mantiene o vuelven». A su juicio, igual que se busca que los más jóvenes tengan un trabajo y se queden en su municipio, hay que «identificar oportunidades para que personas de grandes municipios o de la ciudad quieran ir a vivir a un pueblo».
Así, ha recordado que cada vez hay una población más envejecida y que demanda servicios, algo que, ha dicho, «está estudiado por la propia Comisión Europea»; de hecho, según esta, en 2060 una de cada tres personas tendrá más de 65 años. «Esto significa que se necesitarán más cuidados, más actividades de ocio para ellos y, por tanto, se crearán más puestos de trabajo», abogando por «convertir esto en oportunidades también para los pueblos».
Rivas ha recordado que hay muchos ciudadanos de otros países que vienen a vivir a la provincia de Málaga una vez se jubilan por la calidad de vida de la que se disfruta aquí y ha puesto como ejemplo alemanes que han ido a vivir a Algarrobo costa y a los que, ha dicho, hay que darles a conocer también la oferta del interior.
«A lo mejor son 20 años o más. Con 68 años muchos están estupendos y necesitan otras cosas, no una residencia porque son independientes pero quizá sí necesitan un menú, porque una alimentación saludable es muy importante; o servicios asociados como peluqueros, podólogos, actividades culturales y deportivas adaptadas, etcétera», ha explicado Natacha Rivas.
Para ello y con la idea de seguir trabajando contra la despoblación desde otros puntos de vista, la Diputación malagueña ha celebrado varios foros sobre la denominada economía plateada en diversas localidades malagueña. El próximo se prevé este 6 de mayo en Jimera de Líbar.
En ellos, de la mano de expertos, se convoca a los ayuntamientos, a la ciudadanía, a los mayores, a las asociaciones, etcétera. Todo ello para conversar y escucharlos, ha dicho la dirigente provincial, quien ha añadido también la oportunidad de solicitar fondos europeos para la puesta en marcha de proyectos para favorecer la economía senior.
Estos foros pretenden identificar las oportunidades de desarrollo y emprendimiento derivadas de las necesidades e inquietudes de las personas mayores en la provincia de Málaga.