Los hechos ocurridos tras el descenso del cuadro blanquiazul a Primera RFEF comienzan a tener sus primeras consecuencias. La Fiscalía de Málaga acusa a 18 personas, pertenecientes o simpatizantes del llamado Frente Bokeron, en relación con los incidentes ocurridos tras finalizar el partido que enfrentó en el estado de La Rosaleda al Málaga y al Ibiza en mayo de 2023. Les achacan delitos de desórdenes públicos, atentado a la autoridad y daños.
Los hechos tuvieron lugar el día 27 de mayo una vez finalizado el encuentro entre ambos equipos de fútbol. Según recoge las conclusiones iniciales del fiscal, los acusados se dirigieron primero a la puerta 18 del estadio por la cual acceden y salen los vehículos de los jugadores y de los directivos.
Estuvieron profiriendo cánticos y silbidos y tuvo que actuar la Unidad de Intervención Policial (UIP) para establecer un cordón de seguridad y dejar la puerta despejada, señala la acusación en su escrito, en el que relata que supuestamente, además de los acusados, había otros individuos que no han sido identificados hasta hacer un grupo de unas 30 personas.
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En ese momento, decidieron irse a otra calle, por la que obligatoriamente tenían que pasar los vehículos de los jugadores y directivos, indica el ministerio público, que apunta que todos menos uno se taparon las caras con pasamontañas, bufandas o camisetas para no ser identificados.
Según la Fiscalía, comenzaron a tirar vallas y contenedores, prendiendo fuego a uno; además de hacer una barricada que impedía el paso de vehículos y de tirar piedras, vallas metálicas y adoquines a los agentes sin llegar a impactarles. Esta situación permaneció una hora y media, tiempo durante el que estuvo cortado el tráfico en esa vía, dispersándose al intervenir la UIP.
Como consecuencia de estos hechos, cinco contenedores de basura sufrieron desperfectos por un valor de 2.475 euros; así como una motocicleta de la Policía Local, daños valorados en 2.414 euros; y una valla.
Para el fiscal, se trata de los delitos de desórdenes públicos, atentado y daños, solicitando que tras el juicio, que se celebrará en la Sección Primera de Málaga, se imponga a los acusados la pena de cuatro años de prisión y multa; a excepción de uno, el hombre que no llevaba la cara cubierta, para el que pide tres años de cárcel. Asimismo, instan a que los procesados indemnicen por los daños.
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