La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Industria, Energía y Minas, ha publicado su informe estadístico anual “Datos Energéticos de Andalucía 2023”, en el que se recoge la realidad y evolución energética de la comunidad autónoma, y en el que se constata la progresión de la economía andaluza hacia la descarbonización, gracias a una menor dependencia de los combustibles fósiles.
En este balance se pone de manifiesto que la intensidad energética sigue su tendencia a la baja, superando de nuevo en 2023 el valor más bajo de la serie histórica desde que se tienen registros alcanzado en 2022, 94,9 toneladas equivalentes de petróleo por millón de euros en 2023 frente a las 101,9 del pasado año 2022.
Esto es posible gracias a la bajada de consumo de energía primaria, que consiste del carbón, el petróleo o el sol, y de energía final, que es la energía que llega al consumidor transformada para su uso, que han experimentado una bajada de un 4,6% la energía primaria y un 2,4% la energía final, en comparación con el pasado año 2022.
El consumo de energía final ha aumentado en Málaga, Almería, Huelva y Córdoba mientras que en el resto de las provincias disminuye, sobre todo en Cádiz, seguida de Jaén, Granada y Sevilla. Las provincias de Sevilla, Málaga y Cádiz son las principales provincias consumidoras de energía final, sumando entre las tres un 54,2% del consumo de la comunidad autónoma.
La mayor reducción de consumo de energía final la encabeza el sector industrial, con un descenso del 10,9%
respecto a 2022, que supone el 25,2% de toda la energía final consumida en Andalucía, seguida del sector primario, que ha disminuido un 7,5% su consumo de energía. Por otro lado el sector servicio y el de transporte han incrementado su demanda de energía en un 9,3% un 1,8%, respectivamente.
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