La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Almería que investiga a un hombre acusado de dedicarse a recoger perros y gatos de las calles o colonias de distintos municipios de Almería para luego dejarlos morir de inanición en su vivienda de Vícar ha apuntado la falta «amparo legal» para prohibir temporalmente al hombre la tenencia de nuevos animales así como la desinfección de su vivienda.
Así lo indica el auto, consultado por Europa Press, con el que rechaza las medidas cautelares solicitadas por la acusación particular, que también solicitaba el ingreso en prisión provisional del hombre; cuestión a la que tampoco accede al no darse los supuestos necesarios para adoptar esta medida preventiva.
La magistrada Ana Fariñas comparte el criterio de la Fiscalía, que también se opuso a las medidas para prohibir la tenencia temporal de animales y la desinfección de la casa del investigado ya que dichas cuestiones «no están previstas en la normativa penal» así como tampoco en la ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales.
No obstante, observa que ciertas medidas «accesorias» solo puede adoptarse en el caso de que «se acredite la existencia de una infracción, supuesto que aquí aún no ha acontecido».
Asimismo, ha incidido en que ha de tenerse en cuenta «el principio de intervención mínima y el carácter de última ratio del Derecho Penal», que exigen una aplicación «restrictiva y estricta de las normas penales», que serán de aplicación «en los casos más graves, sin perjuicio del derecho que asiste a la parte interesada a acudir a la vía administrativa».
En cuanto a la petición del ingreso en prisión, la juez recuerda al investigado se le imputan delitos que tienen señalada una pena de prisión inferior a los dos años, al tiempo que tampoco existe riesgo de «ocultación, alteración o destrucción de fuentes de prueba», máxime cuando la instrucción está «prácticamente finalizada».
Asimismo, tampoco se da «riesgo de fuga del investigado, al contar éste con domicilio conocido» ni existe riesgo de que el investigado «pueda atentar contra los bienes jurídicos protegidos, pues los animales afectados fueron retirados» a través de la orden dada hace un mes; con lo que no existen motivos suficientes para adoptar una medida privativa de libertad según expone en la resolución judicial, contra la que cabe recurso de apelación.
La magistrada Ana Fariñas ya dispuso entonces que los animales rescatados fueran conducidos al centro zoosanitario de Almería y a una entidad o asociación competente en materia de protección animal.
En este sentido, también llegó a tomar declaración al investigado, quien quedó en libertad provisional. La juez también ordenó desinfectar la vivienda tras la salida de los animales remitidos a las entidades protectoras, según trasladaron fuentes del TSJA.
El hombre se encuentra investigado por un presunto delito contra los derechos de los animales a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía de Almería a instancias de un particular que alertaba de las presuntas prácticas del denunciado, advertidas desde el pasado año.
Las actuaciones sobre estos hechos, que en caso de demostrarse podrían acarrear penas de entre 12 y 24 meses de prisión así como multas, incluyen un informe de la Policía Local de Vícar en el que se detalla que el hombre fue localizado en su vivienda con «numerosos animales –fundamentalmente perros y gatos– en unas deplorables condiciones higiénico-sanitarias, existiendo además algún animal muerto».
La juez considera que la medida para sacar a los animales de la vivienda guarda los requisitos de idoneidad, excepcionalidad, necesidad y proporcionalidad, ante la «entidad y gravedad de los hechos investigados» y los indicios de la presunta comisión del delito a raíz también de las pruebas documentales aportadas por el denunciante, que muestran en la vivienda «numerosos animales en estado insalubre», así como «animales muertos».
Asimismo, son varias las plataformas y entidades de carácter animalista las que han advertido las presuntas prácticas del investigado, quien se habría dedicado a capturar a perros y a gatos ferales con jaulas trampa para llevarlos desde Vícar y Roquetas de Mar a su vivienda, si bien también se habría interesado ante protectoras y centros por la adopción de algunos ejemplares.