La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha completado la actualización del estudio ambiental de la variante de Osuna (Sevilla), proyecto que se ha retomado después de que se iniciara hace dos décadas pero «nunca se llegara a licitar por parte de los anteriores gobiernos andaluces».
La delegada territorial de Fomento en Sevilla, Susana Cayuelas, ha señalado en una nota de prensa que el Gobierno andaluz «ha trabajado en los últimos meses para desempolvar un proyecto que llevaba más de una década olvidado y sin alternativas para su futura ejecución».
«No solo se retoma este proyecto, sino que además se marca una hoja de ruta clara para su ejecución con la inclusión de esta carretera dentro del Plan de Infraestructuras de Transporte y Movilidad de Andalucía (Pitma 2030)», ha manifestado. Para la renovación de la autorización ambiental de la variante de Osuna, la Consejería de Fomento contrató un trabajo de actualización de la documentación ambiental del proyecto.
Este trabajo ha finalizado recientemente y ha consistido en la revisión del estudio ambiental del estudio informativo y del proyecto de la variante de Osuna, «repasando» los condicionantes ambientales de la alternativa seleccionada en el estudio informativo, comprobando si se mantienen o han variado.
Una vez completado la revisión del estudio se ha remitido la documentación al órgano correspondiente para obtener la autorización ambiental del proyecto, que se encontraba «caducado por el tiempo transcurrido» y cuya concesión es un «paso fundamental» para la licitación de las obras.
La carretera de Écija a Osuna (A-351) cumple un papel clave en la articulación de la provincia, ya que enlaza dos vías de alta capacidad como la autovía del Sur (A-4) y la A-92, pero también conecta con el Hospital comarcal de Nuestra Señora de la Merced. Actualmente, atraviesa el casco urbano de Osuna en una «larga travesía con problemas funcionales y de capacidad».
La variante de Osuna trata de resolver esta situación a través de una nueva carretera de 3,8 kilómetros, formada por una calzada de siete metros (con dos carriles de 3,5 metros) y arcenes laterales de 1,5 metros y bermas de 0,5 metros. El corredor general de trazado, de hecho, se contempla en el planeamiento urbanístico de Osuna.
El proyecto que se ha retomado se inició hace dos décadas, cuando se redactó un estudio informativo que seleccionó una alternativa de trazado por el oeste de Osuna, partiendo de la entrada desde Écija hasta el enlace con la A-92 (kilómetro 80). Este estudio obtuvo informe ambiental favorable en 2005. Cuatro años después, en 2009, se redactó el proyecto de construcción e incluso se planteó su ejecución mediante la vía de la colaboración público-privada, aunque finalmente nunca se licitaron las obras.