La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, ha asistido hoy a las trabajos de estabilización de un tramo de la autovía A-92, en el término de Archidona (Málaga), realizado por el procedimiento de emergencia con un presupuesto superior al medio millón de euros (509.608 euros). La consejera ha destacado que estos trabajos, que finalizarán esta semana, harán más seguro el tránsito de vehículos por este tramo de la A-92 por el que circulan más de 21.000 vehículos al día.
“Esta intervención es una muestra del interés del Gobierno andaluz por mejorar el estado de conservación de toda la red viaria autonómica y especialmente de la A-92, una autovía que, a pesar de ser el principal eje vertebrador entre el este y el oeste de Andalucía, presentaba un estado de conservación muy mejorable y cuya rehabilitación integral va a acometer este Gobierno con una inversión histórica de 100 millones de euros que la convertirán en el primer corredor verde de Andalucía”, ha manifestado.
La obra de emergencia desarrollada en el kilómetro 156 de la autovía A-92 ha permitido estabilizar el terraplén sobre el que se asienta la calzada derecha de esta carretera y que, debido a los ciclos de intensas lluvias y los cambios extremos de temperaturas, presentaba grietas longitudinales, baches, hundimientos y deformaciones del firme que suponían un riesgo para la seguridad vial. En algunas zonas de la calzada los hundimientos habían alcanzado más de 30 centímetros sobre la rasante original. Para paliar esa situación la empresa adjudicataria, Martín Casillas, ha trabajado en la mejora de las características geotécnicas del terraplén, aumentando su capacidad portante y la estabilidad y colocación del muro de escollera.
Los trabajos están prácticamente finalizados y sólo falta la colocación de quitamiedos y el pintado de la carretera para restablecer la normal circulación, que se había limitado a un carril por sentido en este punto de la vía.
Durante la visita, en la que ha estado acompañada por el director general de Infraestructuras, Enrique Catalina, y por la delegada territorial de Fomento en Málaga, Carmen Casero, la consejera ha destacado que estas obras se encuadran dentro del trabajo desarrollado en estos tres años por el Gobierno andaluz para mejorar el estado de conservación de la red viaria autonómica. Marifrán Carazo ha recordado que cuando el nuevo Gobierno andaluz tomó posesión se encontró con que buena parte de las carreteras andaluzas “no estaba en buen estado, debido al descenso de las partidas destinadas a la conservación de nuestras vías, que pasaron de 200 a 85 millones de euros entre 2008 y 2018”.
“De ese abandono general de las carreteras no se libró ni la A-92, a pesar de ser una de las infraestructuras que vertebra Andalucía”, ha recordado la consejera. Por ello, y aunque el Gobierno andaluz ha llevado a cabo en estos años diversas actuaciones que han paliado algo la situación, “en los próximos meses iniciaremos el proceso para la rehabilitación integral de la A-92”. “Será una inversión histórica”, ha destacado la consejera.
Las obras se llevarán a cabo entre los años 2022 y 2023 y serán financiadas con fondos europeos, los React-EU, que han respaldado esta iniciativa gracias a la apuesta por modelos sostenibles y de carácter medioambiental del actual Gobierno andaluz. “Vamos a convertir la A-92 en el primer corredor verde de Andalucía usando asfaltos más sostenibles para renovar su pavimentos, cambiando las luminarias por otras de menor consumo y con actuaciones que permitirán reducir la contaminación acústica”, ha subrayado Marifrán Carazo.
Además, el próximo Plan de Infraestructuras del Transporte y Movilidad de Andalucía (PITMA), que se aprobará en 2022, prevé inversiones para la mejora del conjunto de la A-92 por 122,5 millones de euros, entre cuyas actuaciones previstas se encuentran 79 millones para mejora del firme; 25 millones para mejora de enlaces con la red estatal, entre ellos el de la A-92 con la A-44 en Granada; la dotación de puntos de recarga para vehículos eléctricos y la generación de sumideros de CO2 con plantaciones de especies vegetales.