La misión de investigación establecida por la ONU para examinar el conflicto de Ucrania ha constatado que las fuerzas rusas han cometido crímenes de guerra en el marco de la ofensiva militar que comenzó en febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania se ha mostrado «preocupada» por el «sufrimiento» que el conflicto está infligiendo sobre la población civil de Ucrania, evidenciada en el elevado balance de víctimas –más de 5.900 fallecidos, según las estimaciones de la ONU– y por la comisión de todo tipo de abusos.
«El descubrimiento reciente de nuevas tumbas ilustra la gravedad de la situación», ha dicho el responsable de la comisión, Erik Mose, en alusión a las fosas comunes detectadas en zonas como Izium, una de las localidades cuyo control han recuperado recientemente las fuerzas ucranianas.
Los expertos han visitado 27 localidades y entrevistado a más de 150 personas para concluir que «se han cometido crímenes de guerra en Ucrania». Las pesquisas se han centrado en las zonas de Kiev, Chernígov, Járkov y Sumi, donde han visto «de primera mano» los daños provocados por los ataques en infraestructuras civiles.
La ONU acusa a Rusia de cometer crímenes de guerra tras la invasión de Ucrania
Así, han confirmado el uso de armamento explosivo en zonas pobladas –incluso bombas de racimo–, «uno de los factores que explicarían por qué una tercera parte de la población ucraniana se ha visto obligada a huir, según Mose. «La mayoría de los ataques que hemos investigado se han perpetrado sin distinguir entre civiles y combatientes», ha declarado.
La Comisión también ha confirmado ejecuciones extrajudiciales y torturas a detenidos, como lo demostraría el hecho de que algunos de los cadáveres localizados tienen las manos atadas a la espalda, disparos en la cabeza o heridas de arma blanca en el cuello.
Además, algunas de las víctimas han contado que, tras ser detenidas, fueron trasladadas de forma forzosa a Rusia y sometidas a todo tipo de abusos. Parte de ellas «han desaparecido» tras este traslado, reza el informe conocido este viernes.
Los expertos también examinan dos casos de malos tratos a presos rusos a manos de las fuerzas ucranianas. «Aunque son menos en número», Mose ha señalado que también le prestan atención para depurar responsabilidades en ambos bandos, apelando a la imparcialidad e independencia con la que dice trabajar la comisión.
Las fuerzas rusas también serían responsables de delitos sexuales sobre víctimas que van desde los cuatro a los 82 años. El grupo de la ONU «ha documentado casos en los que menores han sido violados, torturados y recluidos ilegalmente».
Mose ha agradecido de forma específica en la presentación del informe el «acceso» y la «cooperación» brindada por el Gobierno de Ucrania. En cambio, ha señalado que no han prosperado los intentos de entablar un «diálogo constructivo» con las autoridades de Rusia, aunque ha prometido «persistir» para tener contactos con las dos partes.