Todo parecía indicar que el proyecto de la torre del puerto, el hotel de cinco estrellas Gran Lujo que se pretende levantar en el dique de Levante del Puerto de Málaga, ya estaba claro. Los promotores, de hecho, habían solicitado —y recibido— una prórroga de cuatro meses para presentar el proyecto definitivo.
Sin embargo, como se suele decir, no todo es lo que parece. Los inversores, vinculados a la familia real catarí, estaban ganando tiempo, ya que el proyecto está abierto a profundos cambios. Se encuentran negociando con tres estudios de arquitectura de mucho nivel, entre ellos, tal y como ha adelantado SUR, está el de David Chipperfield, ganador del premio Pritzker —una especie de Premio Nobel de la arquitectura— 2023.
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La portavoz del equipo de gobierno en la Casona del Parque, Elisa Pérez de Siles, ha asegurado que «el interés del Ayuntamiento es que sea un proyecto lo mejor posible y que responda a la demanda turística de la ciudad».
Pérez de Siles, además, ha incidido en el informe que ha emitido el Gobierno Central a través de la Secretaría de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible. Este confirma la legalidad del concurso con el que se impulsó la torre del puerto. Por lo que, según la portavoz, ya solo queda elevarlo al Consejo de Ministros.
El proyecto actual
El proyecto que se maneja a día de hoy, que se quedará obsoleto, lo ha realizado el despacho malagueño del arquitecto José Seguí, que se mantendría como director de obra en caso de que se acabe cerrando el ‘fichaje’ del despacho de David Chipperfield.
El plan, hasta ahora, era construir un hotel de 116 metros de altura -27 plantas-, pese a que, según la modificación del Plan Parcial del año pasado, se pueden levantar hasta 150 metros. Contaba con 378 habitaciones —312 estándar y 66 suites— que «cumplen las exigencias de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía para la categoría hotelera de Cinco Estrellas Gran Lujo».
Se ampliaría, además, la capacidad del Salón de Convenciones con el objetivo de “acoger grandes espectáculos y acontecimientos colectivos de la ciudad”. En la última planta se ubicaría el nuevo Mirador, que incluye zonas de cafetería, restauración y terrazas con vistas al mar y zonas con jardines.
