La unidad de cuidados paliativos, perteneciente al servicio de medicina interna del Hospital Regional Universitario de Málaga, que se dedica a la atención sanitaria de pacientes con enfermedades avanzadas, ha puesto en marcha la iniciativa «biblioteca con ruedas», que nace como un gesto de cariño de los profesionales hacia los pacientes y familiares.
Como todo acto solidario ha ido amplificándose y aunque la propuesta comenzó con la aportación solidaria de los profesionales de la unidad, actualmente también cuenta con donaciones de los mismos pacientes y familiares tanto de libros como de revistas, ha indicado la Junta en un comunicado.
Además, esta semana, ha recibido una nueva aportación de material por parte de la Biblioteca Provincial de Málaga y de la Biblioteca Cristóbal Cuevas, consistente en 34 novelas y varias revistas, lo cual hace que sumado a las donaciones anteriores, este pequeño espacio para la lectura alcance la cifra de sesenta ejemplares.
El facultativo especialista en medicina interna y miembro de la unidad de cuidados paliativos Michele Ricci, ha explicado que se ha creado este rincón de ocio en la planta «teniendo en cuenta las difíciles circunstancias personales y clínicas que atraviesan los pacientes y sus familias, y con el objetivo de hacer más amables la estancia en sus instalaciones desde una perspectiva de humanización de los cuidados sanitarios».
La unidad de cuidados paliativos ubicada en la primera planta del Hospital Civil tiene como misión principal mejorar la calidad de vida de los pacientes que se enfrentan a enfermedades graves, progresivas y sin posibilidad de curación. Asimismo, ofrecen apoyo y acompañamiento a las familias.
Esta unidad cuenta con un equipo multidisciplinar que incluye además de médicos y personal de enfermería, a una psicóloga, una enfermera gestora de casos y una trabajadora social.
Así, atienden tanto durante la hospitalización como de forma ambulatoria y domiciliaria, y gracias a esta estructura, logran cada año incluir en su programa a una media de 1200 pacientes, siguiendo a domicilio unos 200 casos a través de unas 1800 visitas de media y asumiendo más de 400 ingresos hospitalarios anuales.
Los profesionales trabajan con una visión integral que atiende tanto las necesidades sanitarias, como sociales y emocionales, y su principal esfuerzo está enfocado en el paciente, pero sin dejar atrás a su entorno familiar y social, y respetando valores y creencias de cada uno. En esta especialidad médica en concreto, la enfermedad deja de ser un mero proceso fisiopatológico y asume los contornos de una experiencia humana que necesita ser escuchada, acogida y compartida.
Cartas de condolencias
Por otro lado, otra de las iniciativas de humanización que han desarrollado desde la unidad de cuidados paliativos en este último año han sido las cartas de condolencia.
Estas cartas, escritas por los profesionales, se envían a los familiares de los pacientes que fallecen durante el seguimiento realizado por parte de los equipos, tanto de atención domiciliaria como de hospitalización.
Con ellas, se pretende rendir un tributo al fallecido, y ser fuente de consuelo y apoyo para los familiares, a la vez que pueden ser una herramienta de despedida y de cierre con el equipo sanitario, con la institución y, en definitiva, con el proceso asistencial.
Desde a la unidad se plantean como objetivo para el futuro en la ampliación de la humanización del servicio, el que los pacientes hospitalizados cuenten con un protocolo, en el que ya están trabajando, para que puedan despedirse de sus mascotas.