El 2024 no ha sido un buen año para el campo de la provincia de Málaga. El sector agrícola, seriamente afectado por los bajos precios de sus productos y el incremento de los costes de producción, salió a la calle en los primeros meses del año. Además durante meses ha seguido soportando los efectos de la sequía pese a que las lluvias de Semana Santa aliviaron un poco la situación.
El año ha acabado con dos danas que han provocado importantes daños en las explotaciones de hasta 70 municipios malagueños y la incertidumbre por el acuerdo con Mercosur que puede suponer una competencia en desigualdad de condiciones. Desde Asaja hacen cada año en el mes de diciembre un balance del año agrícola y ganadero en la provincia y sobre ello hemos hablado con su presidente, Baldomero Bellido
El 2024 empezó con protestas en el campo, ¿desde aquellos meses de agitación en el campo, cómo se ha ido desarrollando el año?
La aprobación de la PAC fue la gota que colmó el vaso en el final de 2023 y tras los resultados del primer año fue cuando nos echamos a la calle porque somos unos ciudadanos que estamos y cuidamos el 98 por ciento del territorio. Se nos impone una forma de actuar que va en contra de la supervivencia de este sector, por cuestiones ideológicas y sin base científica, nos queda un mal sabor de boca porque no hemos tenido una respuesta contundente a esas protestas. Asaja, COAG y Cooperativas no firmamos el documento con 43 medidas y estamos viendo el resultado porque la mitad no se han puesto en marcha y las que se han puesto son insuficientes.
El balance de la facturación agroganadera en este 2024 es de 672 millones de euros, algo más de un 3 por ciento superior a la de 2023, ¿se puede hacer una valoración positiva de esa cifra?
No es un resultado positivo porque se parte de una situación muy baja y además se registra un crecimiento de poco más de un tres por ciento. La cifra es engañosa porque hay productos que por su precio han hecho que la facturación suba
¿La clave ha sido el precio del aceite?
No tenía sentido que eso perdurase en el tiempo pero había una baja producción y una demanda que no ha bajado por lo que las almazaras se quedaron sin reservas por lo que los precios se han disparado.
De todas formas, no ha sido un buen año para el sector olivarero en la provincia de Málaga
Las cifras son engañosas. En un año con una de las producciones más bajas de la serie hemos tenido la mayor facturación de la serie. Este año 31 millones de kilos de aceite se han vendido a 7,5 euros pero solo se han beneficiado los agricultores que tenían agua ya que el olivar de secano ha tenido muy poca producción.
Las lluvias de Semana Santa mejoraron bastante la situación en el campo malagueño. Pese a ello las cifras de la agricultura en este 2024 han vuelto a estar muy lastradas por la sequía.
Con las lluvias de Semana Santa se salvaron algunos cultivos pero no fue una solución porque después no ha habido más precipitaciones hasta mediados de octubre
La entrada de productos de terceros países se ha convertido en un problema importante para productos del campo malagueño
Hay muchos sectores que año tras año siguen mermando su producción porque no paramos de sufrir ataques y digo ataques porque entra una producción de fuera con unas reglas del juego distintas a las que se imponen aquí. Muchos productos como el tomate, la judía o la carne se ven perjudicados por la entrada de una competencia de terceros países por lo que seguimos pidiendo clausulas espejo para que podamos jugar con las mismas cartas.
¿Esta competencia puede hacer que algunos cultivos desaparezcan en el campo malagueño?
Esperemos que no se pierdan pero es verdad que no se está favoreciendo su mantenimiento. Cuando se habla de la defensa de la agricultura o del relevo generacional en el campo nunca se piensa en que para favorecerlo hay que abocarlo a un mercado con garantías para desarrollar la vida de una persona. Algunos de estos cultivos cada año vemos como se van abandonando
¿Las danas han dado la puntilla a muchos agricultores malagueños?
En las zonas a las que le ha cogido de lleno sí, pero si hacemos un balance de las lluvias que ha caído en esos dos episodios es positivo. Donde no ha habido daños por las lluvias el efecto es positivo. La primera DANA se produjo por debajo de los embalses con lo cual no se acumuló casi nada y además provocó daños. Por eso, reivindicamos la regulación de los cauces que permite acumular agua para cuando no hay y evitar daños aguas abajo.
Después de las dos DANAS se han pedido obras importantes en la provincia de Málaga. ¿Cuáles entienden que son fundamentales para que los daños que ha sufrido ahora el campo no se vuelvan a repetir?
Hace falta una actuación urgente de limpieza y restauración de los cauces. Nosotros somos partidarios de la planificación, estamos en el tercer ciclo en el que se han establecido las obras hasta 2027. Reclamamos que todo lo que se había incluido en planificaciones anteriores se lleve a cabo. Se van a empezar a acometer dos obras importantes, una en el río Grande y otra en el río Guadiaro. Esa regulación generará una garantía de abastecimiento a la población. La primera de las actuaciones va a aportar más seguridad en el valle del Guadalhorce
¿Además de las actuaciones previstas se puede señalar alguna más que no esté en estas planificaciones?
Estamos viendo que hacen falta obras puente para equilibrar el balance hídrico de la provincia entre lo que se consumo y lo que se vierte. Lo que se vierte se concentra fundamentalmente en la zona costera y va al mar, se está trabajando para reutilizar el agua y tener un recurso más que añadir. En otras zonas para tener una garantía hay que sumar la desalación.
El año empezó con movilizaciones en el campo y va a acabar con protestas por el acuerdo con Mercosur, ¿piden cláusulas espejo para evitar nuevos agravios?
Aquí día a día seguimos viendo como hay acuerdos en los cuales la moneda de cambio siempre es la agricultura. Eso no estaría mal siempre que hubiera unas reglas del juego iguales. Lo que estamos buscando en el acuerdo es que las normas incluyan las cláusulas espejo porque estamos entrando en un mercado que afecta a la ganadería, el vino y a otros productos donde nos pueden hundir
¿Cómo se espera que sea el nuevo año para el campo malagueño?
La situación hídrica no es tan agónica, aunque no ha llovido suficiente. Se han podido hacer las siembras, la aceituna ha mejorado aunque los rendimientos en aceite son bajos. Necesitamos seguir acumulando nuevas lluvias para tener garantías y poder disponer de agua el próximo verano.