Las farmacias fueron algunos de los negocios que tuvieron que buscar la forma de adaptarse este lunes cuando se produjo un gran apagón a nivel nacional. Ana, titular de la Farmacia Bustamante, ubicada en una de las esquinas de la Plaza de la Merced, tuvo que buscar la manera de llevar el día lo mejor posible.
El corte de luz llegó a hora punta, además en un día en el que había bastante afluencia de turistas con dos cruceros: «Al principio pensábamos que era un problema del centro, luego llamamos a la central, y empezamos a recibir mensajes de que no había luz en toda España», ha apuntado.
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El negocio cuenta con ‘sight’ que les da algo de soporte pero al ver que ni con esas podían trabajar con normalidad, se fueron dando cuenta de la magnitud. «No sé si es que la gente se está acostumbrando a estas cosas, pero se lo tomó bien en general, con bastante paciencia», ha explicado la titular a 101 Televisión
Pagos en efectivo
Como ella misma explica, solo se pudieron llevar medicamentos aquellas personas que podían pagarlo en efectivo porque las tarjetas no funcionaban, aunque es cierto que fiaron medicamentos a algunos clientes que hoy se han acercado a pagar.
«Fuimos sacando el día poco a poco hasta las cinco y media de la tarde que decidimos cerrar, no había forma de saber el precio de los medicamentos, estuvimos cobrando como antiguamente con un papelillo, la caja antigua y echando el día como pudimos», ha relatado Bustamante.
Sin embargo, este martes la céntrica farmacia ha amanecido con total normalidad, de hecho, el tránsito de turistas y clientes locales ha sido alto incluso a las doce del mediodía. “El teléfono es lo único que aún no nos funciona pero todo lo demás está como siempre”, ha concluido.