Una columna de luz vertical anunciaba que su aparición iba a ser a lo grande. Llegaron los primeros acordes mientras algunas que otras manos del público calentaban. Lo hacían con un guante de látex en el que se podía leer «chao». Y así llegó la italiana, dando su ‘Primer paso en la luna’ y un traje verde pistacho reluciente sobre la marea malagueña. Una marea alta que desde el comienzo de la cita organizada por Grupo Mundo junto a Just Life Music y Latitud Canarias ya prometía una noche épica bajo la conquista de Laura Pausini.
Fue en marzo cuando salieron las entradas para ver a la de Faenza, que hace un mes ya colgó el cartel de ‘sold out’ en la que era su una de sus dos citas en España. Y así tuvo su ‘Buen inicio’, entre más de 6.000 almas, seguido de un puñado de aplausos y un ‘medley’ de rock con el que la italiana levantó a los presentes mientras mecía su micrófono rojo compenetrado con su voz. Y que en el transcurso del encuentro cambiaría por otro verde y otro blanco. Y con ‘Todas las veces’ y ‘Verdades a media’ llegó su ‘Emergencia de amor’ con la melena suelta y dando rienda suelta al giro de su cabeza. Y ahí los guantes de látex cogieron mucha más fuerza para despegar mientras ‘Chao’ arrancaba y un sombrero blanco reposaba en la artista hasta que lo lanzó por los aires. La noche seguía cogiendo impulso.
Entre canción y canción, el concierto parecía convertirse en una charla con una humorista que, desde luego, daba tregua a que más de una carcajada saliera disparada de su público. «A veces os daréis cuenta de que al cantar conmigo os volverán personas que han formado parte de vuestras vidas, son ya 30 años…», se sinceraba Pausini, recordando que este ‘Winter Tour 2024’, que tendrá su broche de oro el último día del año, es un homenaje a su extensa trayectoria profesional sobre las tablas del escenario.
Con su particular humor y espontaneidad, la italiana decidió abrirse a un Palacio de Deportes José María Martín Carpena sediento de su música. «Quiero dedicar este concierto a todos aquellos que han sido afectados por la DANA, hace un años pasó lo mismo en Italia y sé lo que es vivir una tragedia así, quiero que todos se sientan protagonistas», pidió.
Historias por contar
La noche seguía con un popurrí de canciones con historias por contar. Concretamente, de cómo su hija llegó a su vida y cómo hincó rodilla para pedirle matrimonio a su marido. Todo ello, sin dejar de lado su sarcasmo que, con cada ocurrencia, sacaba una carcajada a ml público. «No queríamos casarnos hasta que todas las personas que se aman pudieran hacerlo y tener el mismo documento, por suerte en Italia las cosas han cambiado y decidí casarme en mi 18 aniversario», relataba la italiana minutos antes de que su marido–que también es su guitarrista–siguiera con el show.
Con una ‘Primavera anticipada’ en plena ola de frío malagueña, la cantante cerró la primera parte del concierto titulada ‘Presente’ dando paso al ‘Futuro’ con cambio de ropa incluido. Las lentejuelas seguían presentes mientras los focos seguían haciendo ‘zig zag’ por todo el Carpena. Y en primerísima fila, su madre y su tía se declaraban, mientras tanto, sus mejores fans. El estilo de Pausini se marcaba con cualquiera de sus pasos de baile. Digamos que a cualquier distancia se le podría reconocer. Desde el estilo robot hasta un «olé» desde lo más profundo de su ser, sintiéndose «malagueña», como ella misma reconoció.
Vanesa Martín y Pastora Soler, fieles a la cita
«Vanesa y Pastora para mí tienen la misma sangre que yo, por eso les dedico esta canción ya que además están aquí», proclamaba la italiana con los focos en el público y un aplauso rodeando a sus dos compañeras de profesión, que también amigas, en una noche tan especial justo antes de cantar ‘Te llevarás muy lejos’.
La de Faenza y sus más de 5.000 millones de reproducciones en Spotify cobraron vida esta noche de diciembre. Al igual que lo hicieron sus reconocimientos. No cualquier puede decir ser la primera mujer italiana de la historia en obtener un Grammy, además de los cinco Grammy Latinos y el Globo de Oro que mantiene en su vitrina de recuerdos premiados.
Palabras malagueñas para Pausini
Dos días antes de su segunda y última cita en España, concretamente en Pamplona, Pausini no dejó indiferente a nadie, llegando a conversar en más de una ocasión con su públicos. Tanto que aprovechó la ocasión para llevarse más de una palabra típica de nuestra ciudad a su diccionario vital. «Yo ya soy boquerona, enseñadme más, quiero más», pronunciaba la artista antes de aprender otros términos como ‘pechá’ o ‘aliquindoi’.
Y mientras una gran pantalla en forma de ‘X’ permanecía tras la artista capaz de cantar en más de cinco idiomas, los aplausos continuaban. Nadie quería que la noche terminara. Sin embargo, el show iba llegando a su parte final tras otros de sus éxitos como ‘Las cosas que vives’, ‘Entre tú y mil mares’ o ‘Se fue’. Pura revolución incluso con una capa de lentejuelas como nueva acompañante.
El rojo ocupó el escenario con ‘Yo sí’ en su voz. «Necesito un favor, lo que han visto hasta ahora y lo que verán después espero que pueda quedarse siempre en su corazón y mañana quiero que lo único que se acuerden es de esto», pidió la italiana mientras levantaba la mano al frente pidiendo un ‘stop’ multitudinario a la violencia de género invitando a todas las víctimas presentes a dar el paso de contarlo. «Tienes derecho a vivir tu vida, Sofía», le dijo a una pequeña espectadora que asistía a verla.
Laura Pausini conquistó a Málaga y Málaga conquistó a Laura Pausini. Una alianza que los presentes esperan, sirva para que la italiana vuelva a a hacer pronto un show. Sinónimo de un lienzo de enseñanzas, humor y nostalgia. Se fue con un viaje al pasado, un bis de su especial ‘Chao’ justo después de ‘La Soledad’, el hit que le llevó a triunfar. Pero el ‘Chao’ se convirtió en un último tema en italiano de regalo, abrazado por un Carpena en pie, ensimismado y cautivado por la nueva «boquerona» de la ciudad, que esperó a la medianoche para irse, sin querer despedirse.
