Los cardenales de todo el mundo se han reunido este lunes, 28 de abril, en congregación general en Roma para preparar el Cónclave del que saldrá elegido el nuevo Papa, tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años. Entre las primeras decisiones está acordar la fecha de inicio del Cónclave, que se prevé entre el 5 y el 10 de mayo, una vez finalizados los Novendiales, los nueve días de luto oficial en honor al Pontífice.
La jornada ha comenzado con una primera reunión a las 9:00 horas y continuará con una segunda sesión prevista para las 17:00 horas. Además de fijar la fecha de inicio, los cardenales deberán decidir sobre la posible participación en el Cónclave del cardenal Angelo Becciu, condenado por su implicación en un escándalo financiero relacionado con la compra fraudulenta de un edificio en Londres. La aparición de dos cartas firmadas por el Papa Francisco sugiriendo su exclusión añade un elemento de complejidad a este proceso.
¿Qué pasa tras el funeral del Papa? Los pasos hasta elegir a su sucesor
El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, José Cobo, ha explicado que esta semana de congregaciones será crucial no solo para establecer el calendario, sino también para perfilar el tipo de liderazgo que se busca en el nuevo Papa. Según Cobo, este será uno de los cónclaves «más diversos y universales de los últimos siglos», debido a la procedencia de los cardenales de todos los rincones del mundo.
Proceso complejo
Aunque reconoce que será un proceso «complejo», estima que no se prolongará en exceso, ya que los encuentros previos facilitarán un conocimiento mutuo entre los participantes. En la tarde del domingo, más de 110 cardenales participaron en una oración conjunta en la Basílica de Santa María la Mayor para rendir homenaje al Papa Francisco.
En un momento íntimo y emotivo, los cardenales se acercaron individualmente o en pequeños grupos a la tumba del Pontífice, rezaron, se persignaron o dedicaron unos instantes de recogimiento. La Capilla Sixtina, tradicional escenario del Cónclave, permanece ya cerrada al público para su preparación. Desde allí, una vez iniciado el Cónclave, los cardenales votarán bajo estrictas normas de secreto y la tradicional chimenea en el tejado indicará al mundo, mediante el humo blanco, que un nuevo Papa ha sido elegido.