Durante la madrugada del pasado 23 de enero surgió un suceso que ha levantado un sinfín de comentarios al respecto. Se trata del fallecimiento de Juan Antonio Hans Checa, un empresario sevillano que perdió la vida en un hotel de Estepona mientras estaba siendo retenido por los agentes de la Policía. Las causas de la defunción siguen sin aclararse. Mientras las fuerzas del orden inciden en la actitud y estado del detenido, los familiares buscan conocer todos los detalles, contratando un abogado que ha comenzado su defensa.
Los hechos comenzaron a las 18.00 horas en el Bar Peña, un local del municipio. La Policía accedió al lugar tras ser avisados del estado nervioso en el que se encontraba uno de los clientes, que se trataba del empresario. En esta primera toma de contacto, los agentes lograron tranquilizar al individuo y lo trasladaron al hotel donde se hospedaría, el One Valle Romano. Eso sí, a las 21.30 horas, las fuerzas de orden volvieron a recibir una nueva llamada por la actitud del empresario, esta vez, de los trabajadores de la cadena hotelera.
Según las fuentes familiares, hasta ocho agentes se personaron en el hotel. Lo único cierto que hay entre las dos versiones es el fallecimiento, que se produce una hora después. Unos defienden que se produce por causas naturales, mientras que otros no se creen la hipótesis y buscan la realidad de lo ocurrido. Es entonces donde se produce el cruce de declaraciones.
Versión familiar
El abogado de la familia afectada, Luis Romero, declaró lo siguiente: «Se encontraba hablando por teléfono en una oficina junto a la recepción, cuando llegaron los policías y menos de una hora después de que interviniesen, ya estaba muerto en unas extrañas e inexplicables circunstancias que deben ser aclaradas». Además, añadió: «Su esposa, que es enfermera, avisó al 112 explicando las circunstancias de su esposo desde el primer momento. Sin embargo, la Policía Nacional decidió actuar por su cuenta empleando la fuerza, entendemos que desproporcionada, sin avisar antes a personal facultativo especializado como psicólogos o un médico psiquiatra».
Los denunciantes piden: «Las diligencias de investigación que sean precisas a la Guardia Civil, dado que la Policía Nacional, cuerpo que está investigando actualmente, no puede tener toda la objetividad e imparcialidad necesaria para la investigación dado que el finado Juan Antonio Hans Checa falleció mientras era reducido y esposado por agentes de la propia Policía Nacional».
Versión de la Policía Nacional
A diferencia de lo expresado por el abogado, la parte policial aclara lo siguiente: «El detenido presentaba un estado de agresividad y agitación», con la sospecha de que «podría estar bajo los efectos de las drogas», y asegurando que los efectivos usaron «la mínima fuerza imprescindible» para inmovilizarle.
Posteriormente, añaden: «Localizaron al hombre en cuestión, de mediana edad, muy agitado y agresivo». Se hallaba consumiendo alcohol y se sospecha que podría estar bajo los efectos de las drogas», pues «le fue intervenido, entre sus pertenencias, un envoltorio con una sustancia pulverulenta, al parecer cocaína»; tras lo cual «tras conseguir que abandonase el bar, se avisó a una ambulancia dado su estado», si bien pese a la llegada de los sanitarios, este hombre «rechazó toda asistencia médica».
Dado el estado de agresividad y agitación de dicho huésped, al fin de salvaguardar la seguridad de esta persona y la de otros usuarios del hotel», según la Policía Nacional, los agentes «tuvieron que utilizar la mínima fuerza imprescindible para reducirle, con uso de los grilletes reglamentarios». En este contexto, según la Policía Nacional, este hombre entró «en parada» cardiorrespiratoria, ante lo cual los agentes «le colocaron en posición lateral de seguridad, y comenzaron a practicarle los primeros auxilios de reanimación cardiopulmonar y uso de desfibrilado.
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