Un estudio llevado a cabo por CaixaBank Research, la Universitat Pompeu Fabra y el Institute of Political Economy and Governance (IPEG) ha investigado las repercusiones de la pandemia entre los españoles mes a mes. Las conclusiones son que el mercado laboral logró eliminar la desigualdad de ingresos en abril de este 2022.
Este trabajo ha sido posible gracias al uso de big data para extraer información de las nóminas de los clientes de CaixaBank de manera completamente anónima, así como de los ingresos recibidos por los ERTE y prestaciones de desempleo. Gracias a la tecnología, los datos pueden procesarse muy rápido y de manera fiable.
Además, durante el confinamiento al que se vio sometido la población, 600.000 ciudadanos perdieron el trabajo. Muchos de ellos se vieron obligados a recurrir a préstamos al consumo como, por ejemplo, los de Wandoo si, en la peor de las situaciones, no tenían suficientes años acumulados como para cobrar desempleo.
Reducción progresiva de la desigual
Tal y como se desprende del informe, más de 3,5 millones de personas se vieron en la obligación de acogerse a los ERTE (expediente de regulación temporal de empleo). La trágica situación no cambiaría hasta 2 años después, en los que comenzó a verse que esa luz al final del túnel era real.
Hoy se puede afirmar que el nivel de empleo durante el primer trimestre de 2022 es más alto que antes del COVID. En total se registraron 20,8 millones de ocupados y se marcó una tasa de paro del 13,6%, es decir, un punto por debajo de la tasa anterior a la pandemia.
El minucioso análisis realizado indica que ya no hay ni rastro del impacto en la desigualdad que se vio durante la pandemia. Las cifras de ahora indican que la situación salarial es parecida a la de febrero de 2020, una fecha para no olvidar en las nóminas de muchos trabajadores.
Según el índice de Gini, un coeficiente que calcula las discrepancias salariales entre ciudadanos, la desigualdad llegó hasta 10,8 puntos entre febrero y abril de 2020. Cuando las restricciones de movilidad empezaron a ser más livianas, esta desigualdad comenzó a relajarse, pese a continuar más alta de los 4 puntos durante finales de 2020.
Por comunidades autónomas
El estudio incide en que todos los colectivos vuelven a la misma situación prepandemia y que desde la primavera de 2022 esa desigualdad en ingreso casi ha desaparecido por completo. Esto se aplica a todas las franjas de edad, sexo y nacionalidad, pese a que en su idea afectara más a medida que la precariedad laboral era más alta.
Todas las comunidades autónomas han regresado a los salarios de antes del confinamiento pese a que su impacto fue diferente. Por ejemplo, las islas Canarias, Baleares o Cataluña, las repercusiones económicas fueron más altas al afectar en mayor medida a la restauración, turismo y hostelería en general.
Ahora, el informe asegura que todas las comunidades sin excepción tienen hasta una mejor situación económica que la existente en 2020. En este aspecto, las zonas turísticas son las mejor paradas gracias a la reactivación del sector y a las ganas de salir de la población pese a la elevada inflación.
Razones de la recuperación
Los analistas señalan que las políticas públicas han tenido mucho que ver en el saneamiento de las desigualdades. Los empleados que perdieron sus puestos y se vieron afectados por un ERTE han podido recuperarlo en la mayoría de los casos y siguieron cobrando hasta entonces.
En cuanto al empleo, parece que sectores más desfavorecidos como mujeres, jóvenes e inmigrantes han conseguido colocarse, lo que supone un impulso a la actividad. En números, durante el primer trimestre de 2022 había 20,08 millones de españoles con trabajo mientras en el primero de 2019 se registraron 2019 menos.
No obstante, no hay que bajar la guardia porque el horizonte que se plantea no es muy alentador. Los factores que apuntan a su complejidad son la guerra en Ucrania, la inflación, los precios de las materias primas y la crisis energética, entre otros. Un seguimiento exhaustivo de la desigualdad es clave para corregirla en tiempo real.