Desde Carmona, provincia de Sevilla, viene esta agrupación bajo el nombre de Soldados. Darío Falcón y Juan Ramón Cortázar ponen música y letra a esta comparsa.
Tras el telón, aparecen estos particulares soldados que luchan con coplas y papelillos como armas. Estos comparsistas se describen como «los soldados del Dios Momo». Se presentan con un tipo muy carnavalesco, con elementos que recuerdan a la figura del arlequín y con cintas de colores a modo de serpentinas.
La primera copla trata sobre el bullying desde el punto de vista de un padre que advierte a sus cuatro hijos que en su casa no consentirá que viva ningún niño que haga sufrir a los demás. El segundo pasodoble trata sobre la sanidad pública, la privada y el personal sanitario.
El primer cuplé, siguiendo la línea del primer pasodoble, también trata como tema principal la adolescencia. El segundo hace un chiste con las personas que se hacen tatuajes relacionados con el Carnaval de Cádiz.
El popurrí, muy al tipo, explica la mitología del Dios Momo y desarrolla al personaje. Dedican otra cuarteta a la final del COAC y sentencian que, si se está, debe disfrutarse. Si no se está, debe disfrutarse sin molestar y volver a empezar.
Tras el aplauso del público, estos soldados pueden volverse a Carmona con buen sabor de boca.