Los 16.000 trabajadores y trabajadoras de Repsol están llamados a secundar los próximos 15, 16 y 17 de julio la huelga convocada por los sindicatos. Una primera tanda de paros, en plena operación salida de vacaciones, en protesta ante unos sueldos congelados desde 2019. Este viernes se dará el pistoletazo de salida a la huelga en los mil centros de trabajo que la multinacional tiene repartidos por todo el Estado.
En agosto regresará la protesta “si la compañía no entiende que debe garantizar el mantenimiento de la actividad en todos los centros productivos (sin excepciones)”. Así lo advierte CCOO, que deja claro que se desconvocará la huelga del 13, 14 y 15 de agosto “si Repsol adquiere este compromiso, si mantiene todos los puestos de trabajo que genera en España (sin excepciones) y si garantiza el incremento de los salarios de la manera correcta, en pleno repunte de la inflación”.
Según destaca el sindicato, esta huelga “es uno más de los conflictos que se están viviendo en las últimas semanas por la negativa de patronales y empresas a reconocer el derecho a la recuperación del poder adquisitivo de los y las trabajadoras de todos los sectores industriales”. Y es que, ve “factible cerrar acuerdos salariales en los distintos sectores y empresas ‘con incrementos razonables’ para este y próximos años, ‘además de incorporar cláusulas de revisión salarial’”.
“Hasta el propio Gobierno ha anunciado reuniones con las petroleras por los desorbitados márgenes en el barril de petróleo alcanzados estos días”, remarca CCOO, que incide en que los analistas estiman que los resultados de la multinacional “superarán en España los 2.000 millones de euros en el segundo trimestre del año”. A esto hay que añadir que la empresa acaba de reconocer que su margen de refino aumentó un 242%.
Ante esto, los sindicatos son claros: “O Repsol reparte sus beneficios con la plantilla o habrá huelga”.