No hay medias tintas. Los vecinos del Parque del Oeste no han dejado de luchar, y no piensan rendirse. Tras meses de concentración y organización, al fin lograron algo que parecía impensable: el gobierno municipal decidió no repetir el festival de las linternas. Y si algo tienen claro, es que su constancia, su coraje, y la capacidad de mantener la dignidad han sido los motores de esta victoria.
El Festival de las Linternas no volverá a celebrarse en el Parque del Oeste. Después de meses de protestas y asambleas vecinales, la celebración, que tenía lugar en el pulmón verde de la Carretera de Cádiz, se retira por decisión de los organizadores y el Ayuntamiento de Málaga. Ximénez Iluminación y Lantern Group, responsables del evento, renunciaron al proyecto tras no quedar satisfechos con el número de visitas y los resultados económicos. Además, las constantes concentraciones de los vecinos, que comenzaron antes incluso de la inauguración, han sido determinantes en la decisión.
Málaga y su historia de desamor con el Festival de las Linternas del Parque del Oeste
Rocío Santos, vecina de Carretera de Cádiz, lo celebra pero con cautela. “Sentimos mucha alegría porque somos una pieza fundamental en esa decisión del gobierno municipal de no repetir el festival de las linternas, de momento lo que estamos decidiendo asamblea tras asamblea cuál va a ser el destino de este movimiento vecinal, tenemos que decidir cuáles son los pasos a seguir”, asegura en las puertas del festival a 101 Televisión.
A pesar del logro, los vecinos siguen organizándose. “Seguimos recogiendo firmas y vamos a hacer una entrega formal este lunes para que se sepa el trabajo que ha habido detrás de gente de la zona y a través de internet”, añade, ya que la preocupación por el estado del parque persiste. “Estamos preocupadas porque no sabemos qué ha ocurrido ahí dentro, cómo ha quedado el mobiliario, desde octubre no podemos transitar por el parque, entonces no sabemos si la flora ha sufrido algún tipo de desperfecto. Cuando acabe este desmontaje, tendremos que pasar y auditar, y para eso sí que vamos a estar muy pendientes todos”, asegura la vecina.
Comunidad entre vecinos
El Parque del Oeste, más que un simple espacio verde, es un símbolo de comunidad para muchos de los vecinos de la zona. “Este parque simboliza comunidad, estar juntos, salir fuera de los marcos mercantilistas, podemos venir aquí sin hacer nada, solo pasear, ahora que hay un sentimiento muy individualista en general, es muy importante poder venir aquí”, explica Santos. Un lugar que, según los vecinos, ha atravesado sus vidas desde que fue inaugurado en 1992.
Por su parte, otro vecino de la zona, Antonio Ortigosa, también se muestra satisfecho con la decisión, pero sin perder de vista las preocupaciones. «Este parque es un pulmón verde, sobre todo para los más jóvenes, que lo hemos visto desde que nacimos, y es muy importante para todos. Y claro, nos molesta que se diga que el movimiento que se ha generado es algo de viejos y amargados», dice con cierto desdén. Para Antonio, lo que ha sucedido en el Parque del Oeste va mucho más allá de un simple evento: “Aquí hay gente de todas las edades que intenta luchar por defender su parque y que no lo hagan un negocio».
Antonio también se siente orgulloso de la unidad que han mostrado los vecinos. “Me siento muy bien porque esto ha sido fruto de la unión de muchos vecinos, es una satisfacción que por fin haya hablado la razón y que vayan a quitar las vallas”, comenta, aunque también tiene preocupación sobre el estado del parque. «Tenemos bastante preocupación de ver cómo se ha quedado el parque porque se han utilizado los jardines, estatuas bastante pesadas, materiales dudosos de ver si son buenos o no para un ecosistema como este», advierte Antonio, quien ya ha dejado claro que estarán allí para verificar si el parque ha sido respetado una vez desmontado el evento.
«los animales y las plantas no entienden y tú le pones música y luces por la noche,esto ha sido un festival sin luces ninguna, sin ningún criterio»
Lola Trujillo, vecina de la zona, también comparte la satisfacción por la decisión tomada, aunque con un sentimiento de frustración. «Nos sentimos felices porque ha sido un esfuerzo muy grande de coordinación, muy creativo, amistoso, relevante de que hay un vecindario que está por ello, parcialmente lo veo como un triunfo porque a pesar de haber sido un negocio y haber fracasado, ha tenido que ver la actitud vecinal, pienso, 5.000 firmas aproximadas», comenta.
Sin embargo, Lola también se siente dolida por lo que significa este cierre, aunque no cree que sea un triunfo absoluto. «Me siento dolida también porque el festival dicen que no viene más al parque del oeste, ahora está libre de esa ocupación pero no se hace lo mismo con los parques de Málaga, tenen que dejar de ver los parques públicos como una zona de negocio», opina tajante. Para ella, lo que ha sucedido en el Parque del Oeste debería ser un ejemplo para toda la ciudad. “No puedes cerrar y vallar un parque, no quiero que vallen este, el de Huelin, ni el del cine ni ninguno de Málaga”, sostiene.
Esta vecina también advierte sobre el impacto que el festival ha tenido en el entorno natural. “Además no es razonable que se dañe la flora y la fauna de un entorno porque los humanos somos un poco tontos y no hacemos caso a los biorritmos vitales, pero los animales y las plantas no entienden y tú le pones música y luces por la noche y esto ha sido un festival sin luces ninguna, sin ningún criterio razonable”, asegura.
Entrega de firmas
Como movimiento vecinal, se rigen por la asamblea. «Nos reunimos todos los miércoles y hemos hablado de que esto hay que auditarlo», confirma Lola. De hecho, este mismo lunes, los vecinos entregarán y registrarán las firmas recogidas en el Ayuntamiento de Málaga, donde una representación de los mismos.