Empezó como una iniciativa local y ha terminado llegando a numerosos puntos de la geografía española. En Andalucía, casi 900 clínicas veterinarias han echado hoy el cierre a sus persianas durante, al menos, una hora como vehículo de protesta para tumbar el Real Decreto 666/2023 que entró en vigor a principios de año para la prescripción, regulación y distribución de medicamentos a los animales.
«Decimos basta, basta ya. Basta ya de burocracia, de perder el tiempo en papeleo innecesario, inútil, el papeleo que no lleva nada, desde la Unión Europea ya hay una plataforma donde todos los antibióticos están ya registrado, no necesitamos utilizar el Presvet, que es un invento totalmente inútil e innecesario», ha explicado el presidente de la Asociación Malagueña de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía y Veterinario Clínico de Pequeños Animales en Málaga, (Amveac) Antonio Domínguez, en uno de los cierres esta mañana.
Y así ha sido. Bajo el lema ‘la veterinaria dice basta ya’ han cerrado las persianas clínicas veterinarias de todo el país, defendiendo una profesión “muy vocacional” centrada siempre en su trabajo. El presidente del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia, Juan Antonio de Luque, también ha estado presente defendiendo la causa.
Mayor carga
«La implementación de este Real Decreto ha provocado que los veterinarios clínicos tengan una mayor carga burocrática e incluso se cuestione su juicio a la hora de la valoración y la determinación de qué medicamento utilizar para nuestros animales y por lo tanto está redundando en una peor atención a nuestros animales que al final perjudican en su bienestar», ha argumentado de Luque.
En la provincia de Málaga actualmente hay 1.200 veterinarios, de los cuales 850 son veterinarios clínicos y hay 311 centros sanitarios veterinarios. «Podemos afirmar que en el día de hoy todos, por unanimidad, han cerrado al menos una hora, otros han decidido cerrar todo el día, o medio día, pero lo importante es que se ha conseguido una unión», ha argumentado el presidente.
·hay una vocación de servicio muy grande y esto no se puede aceptar, esta mecha malagueña se ha extendido por toda España porque hay un clamor unánime»
Por su parte, Jesús Gutiérrez, presidente de la Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios, ha explicado cómo el sector económico ha decidido parar y esto es «un poco paradójico» cuando su objetivo es obtener beneficios y es porque se dan cuenta de que «no todo vale, de que hay una vocación de servicio muy grande y esto no se puede aceptar, esta mecha malagueña se ha extendido por toda España porque hay un clamor unánime tanto de la profesión como de los centros sanitarios veterinarios de que esta situación no puede continuar», ha defendido.
Además de la reforma de la normativa, los profesionales del sector solicitan el tipo muy reducido del IVA que agrava a los servicios veterinarios. «Luego está pagando pues el de siempre, el consumidor que ve como nosotros nos vemos obligados a subir los precios para que sean rentables los centros y además una vez que esto ha pasado le decimos y por orden del Estado le cobramos un 21% más que no nos lo quedamos nosotros, se lo lleva directamente el estado, es un IVA de lujo para una actividad esencial y esto no es aceptable, esto tiene que cambiar ya, por eso la veterinaria dice basta», reivindica Gutiérrez.
Los profesionales del sector aseguran que cuando esto ha empezado, no va a parar, llegando a donde tengan que llegar pero, negándose a tener unos requerimientos burocráticos y económicos, añadidos arbitrariamente, «que pongan en peligro unas actividades tan esenciales como son las actividades sanitarias».
