La ausencia del Rey Felipe VI y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de la reapertura de la catedral de Notre Dame a la que habían sido invitados ha generado «malestar» en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, que no fue informado de antemano, según han reconocido fuentes gubernamentales.
Entretanto, la ministra portavoz ha tratado de quitar «hierro» a lo que ha considerado que es «una polémica ciertamente artificial», respondiendo en nombre del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a la pregunta que se había formulado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sobre la ausencia.
«Las invitaciones que se formulan para este evento son invitaciones nominales e intransferibles», en este caso concreto desde el presidente francés, Emmanuel Macron, al Rey Felipe VI y de la ministra de Cultura a su homólogo, Ernest Urtasun, ha explicado.
Ambos no asistieron «por cuestiones de agenda que se entienden y se comprenden», ha añadido la portavoz, en referencia al hecho de que tanto la Casa del Rey como Urtasun declinaron la asistencia, insistiendo en que es una polémica «ciertamente artificial».
Fuentes gubernamentales han aclarado que el Ministerio de Asuntos Exteriores no fue informado ni por Zarzuela ni por Cultura de que se habían recibido invitaciones y que se había declinado la asistencia, lo cual ha generado un cierto «malestar».
Asimismo, han reconocido que en el caso de la Casa del Rey es algo que ya ha pasado en alguna otra ocasión en e pasado. Precisamente, se da la circunstancia de que Albares acompañará a partir de esta tarde a los Reyes en la visita de Estado que llevarán a cabo a Italia hasta el próximo jueves, lo que podría brindar la oportunidad para tratar el asunto.
Por lo que se refiere al Ministerio de Cultura, fuentes gubernamentales han indicado a Europa Press que Albares habló por teléfono con Urtasun y aclararon el malentendido, después de que desde el departamento de este último se hubiera apuntado a la responsabilidad de Exteriores en la ausencia de ningún representante del Gobierno en el acto.
