El Málaga cayó con un resultado abultado en su partido ante el Elche y el equipo perdió la condición de invicto. Tras la derrota, el segundo entrenador del club, Manolo Sánchez, ha dado la cara en el programa de 101 Televisión ‘Área Malaguista’. Además de pasar revista sobre la actualidad que vive la entidad, el técnico (que es una de las personas más importantes del sistema táctico) habló sobre el balón parado, el estado de la plantilla e incluso puntúa de forma individualizada a sus jugadores, entre otras muchas cuestiones.
Análisis de la primera derrota del curso: «Es una pena caer de este modo, porque creo que veníamos de una buena dinámica. Evidentemente hay que hacer autocrítica, pero debemos mirar hacia adelante que viene un mes muy exigente». Más tarde, añadió lo siguiente: «A pesar del cúmulo de imprecisiones que tuvimos, que es cierto, fue el día que menos posesión ha tenido el Elche. No estando bien, fuimos capaces de quitarle la pelota a un equipo que vive de ello. No tuvimos esa precisión, son esos días malos que te hacen mejorar de cara al futuro. Hay que hacer autocrítica e insistir en tener el balón, que hemos logrado generar peligro con él en estos partidos».
Pese al golpe de realidad que le endosó el equipo rival en el último enfrentamiento, lo cierto es que los números no son para nada negativos. A la pregunta de si hubiese firmado este inicio, el segundo de Sergio Pellicer parece tenerlo más que claro: «Si le preguntas a Manolo Sánchez, yo sí lo hubiese firmado. Nadie nos quita quiénes somos ni la afición que tenemos, pero hay que recordar que venimos del barro. Es muy positivo ver lo que están haciendo estos jugadores, compitiendo así ganaremos más de lo que perderemos».
El balón parado, clave para este Málaga: «Solemos analizar a nuestros rivales desde, aproximadamente, 12 días antes. Trabajamos distintas opciones, como las faltas horizontales. Son acciones mecánicas y dependen de los jugadores que tenga el rival. Cada partido creamos una nueva, el míster y yo planteamos durante la semana. Después, se desarrollan depende de los momentos. Por ejemplo, en los últimos minutos suelen realizarse acciones más directas. Soy consciente que es aburrido muchas veces y hay que entrenarlo de forma amena, pero los jugadores están comprometidos, son conscientes de su importancia y ya llevamos dos goles».
Además de la actualidad, el malaguista recordó cómo vivió el ascenso: «Han sido los meses más felices de mi vida, hemos esperado esto durante mucho tiempo y poder hacerlo en el club de mi tierra, imagínate. Vivir algo así, y encima, como lo hicimos en Tarragona… no lo ves ni en una película de Netflix. Nos ha demostrado que venir del barro y ver cómo estamos ahora no se puede explicar. Es algo inexplicable. He visto muchas veces los vídeos de la celebración. Recuerdo que me tiré al suelo con el ‘ipad’ y comencé a llorar».
Por último, habló sobre qué significa para su cuerpo técnico que el club apostase por ellos: «En el futbol no hay seguridad. Mira Segunda, llevamos siete jornadas y ya han echado a tres compañeros. Personalmente, a mi no me gusta la palabra ‘cómodo’, yo voy cada día como si fuese nuestro último partido. Sí es cierto que vemos esa confianza por parte del club para darle continuidad a lo que estamos consiguiendo y eso ayuda».