«Serán cientos de trabajadores, no miles, pero todos serán muy cualificados». La mente detrás de la llegada del IMEC a Málaga, el Chief Technical Officer (CTO) de la Fundación Instituto Ricardo Valle de Innovación (Innova IRV), Mario Nemirovsky, ha confirmado este dato en el programa ‘La Alameda’, de 101 Televisión en colaboración con ‘Sur’.
Nemirovsky estudió ingeniería en Argentina e hizo un doctorado en California, Estados Unidos. Luego, se dedicó a realizar ‘startups’. A través de Mateo Valero, hace tres años se introdujo en Innova IRV y le contaron la intención de crear este instituto referente en investigación e innovación en nanoelectrónica y tecnología digital en Málaga.
«Hay fábricas de semiconductores, que son muy caros, a todos los niveles. Hay dos partes muy importantes en la fabricación: la litografía, que las máquinas son muy caras, pueden costar hasta 1.000 millones de euros. El IMEC estudia cómo se producen los chips. Es el líder mundial en la parte de estudio sobre cómo se fabrican los chips», ha explicado.
Nemirovsky ha definido el IMEC como «un panel de abejas que por su miel atrae cosas». «Todas loas empresas que hacen cosas con semiconductores van a querer estar cerca, van a querer estar aquí», ha añadido. A sí mismo, Nemirovsky se define como «un arquitecto de los chips», se encarga del diseño de los mismos.
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¿Por qué el IMEC ha elegido Málaga?
Málaga será la primera sede del IMEC fuera de las fronteras de Lovaina, en Bélgica. «Que el IMEC haya venido aquí no ha sido fácil. Necesitaba abrir otra sucursal y cuando lo anunciaron a Europa muchos países estuvieron interesados. En Málaga todo se ha alineado: Universidad, Ayuntamiento, Junta y Gobierno. Se alineó todo. Había otras propuestas muy buenas, pero aquí todos estaban de acuerdo. El PTA también ha empujado bastante», ha afirmado.
En la sede de Málaga, que será de investigación, se necesitarán ingenieros, físicos y químicos. «Por ejemplo, se está produciendo un chip con neuronas. La grasa se convierte en neuronas, lo ponen en un chip y empiezan a hacer testeos con esto para estudiar problemas de alzhéimer u otras enfermedades», ha señalado.
Para Nemirovsky, la ciudad de Málaga «no estaba preparada, pero se ha movido y todavía falta mucho». El proyecto, a priori, contará con dos fases. Aunque no se descarta una tercera. La primera, que está previsto que esté lista para el año 2030, será esa sala blanca de 2.000 metros cuadrados de superficie, que supondrá 250 empleos. En la segunda fase, el objetivo es duplicar el espacio de la sala blanca y también se prevé otro edificio de oficinas.
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