Aumenta el número de menores que viaja en carretera sin ningún sistema de retención infantil.
La campaña de vigilancia y control del cinturón de seguridad y de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) desarrollada por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en colaboración de efectivos de las policías locales, tanto en vías urbanas como interurbanas de Andalucía, ha finalizado con el control de un 55.913 vehículos, en los que se han detectado 904 infracciones de conductores o pasajeros que no hacían uso del reglamentario sistema de retención.
Durante la campaña, desarrollada en la semana del 4 al 10 de abril, los agentes de la citada agrupación detectaron a 62 menores con una altura inferior o igual a 135 cm, que viajaban sin hacer uso de este dispositivo de seguridad o lo hacía de manera incorrecta, 47 en los asientos traseros y 15 en los delanteros.
Para evitar este tipo de comportamientos, la recientemente estrenada Ley de Tráfico y Seguridad Vial ha elevado a cuatro los puntos que se pierden por no utilizar el SRI adecuado o no se hace de la manera correcta, del mismo modo que se ha hecho cuando no se usa el cinturón de seguridad.
Si llevar el cinturón puesto reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente, en el caso de los niños, la utilización de los sistemas de retención infantil es aún más importante ya que los datos demuestran que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales se habrían evitado si se hubieran utilizado los sistemas de retención obligatorios.
Además, en caso de accidente, las lesiones se reducen hasta en un 75% con un uso adecuado de los mismos. En el caso del cinturón de seguridad, de todas las denuncias interpuestas por no utilizarlo, el 72,3% se produjo en vías convencionales, un dato especialmente preocupante ya que este tipo de vía sigue siendo la más peligrosa y donde mayor número de víctimas mortales se registran.
A lo largo de la campaña, un total de 842 adultos se desplazaban sin hacer uso del cinturón de seguridad, de los cuales el 52,1% (439) eran conductores, el 24,7% (208) eran pasajeros delanteros y el 23,2% (195), pasajeros de los asientos traseros.
