La madrugada del Domingo de Ramos se ha conocido la triste noticia del fallecimiento de Mario Vargas Llosa, el escritor peruano ha muerto a los 89 años dejando un legado literario indiscutible. Un gigante universal que desde Perú y desde la realidad de América Latina y su acercamiento a Europa ha dejado una obra incontestable con libros que forman parte de la historia del siglo XX como ‘La ciudad y los perros’, ‘Conversaciones en la Catedral’ o ‘La Fiesta del chivo’. Un novelista con formación de periodista que ganó el Nobel de Literatura en el año 2010 y que ha hecho incursiones en otros ámbitos como la política.
Desde hace décadas ha estado muy ligado a España, donde ha pasado mucho tiempo, y a ciudades como Madrid o Málaga donde a través de su Fundación Vargas Llosa se había convertido en un importante agente cultural. Tenía la nacionalidad española desde el año 93. También fue uno de aquellas literatos del ‘boom’ que descubrió Europa a través de Barcelona en los años setenta, meca de la edición en el ámbito nacional. Igualmente, su legado es destacable en Francia, tras haber vivido de joven en París.
Vargas Llosa y su juventud limeña
Aunque Vargas Llosa fue para siempre el de su juventud cuando tenía veinte años en Lima allá por la década de 1950. Aquel escritor irreverente que fue dejando grandes novelas de juventud. O frases tan míticas como aquella de «cuando se jodió el Perú». De aquella juventud se recuerda ‘La ciudad y los perros’ aunque destaca también ‘Los cachorros’. Su impronta llega a generaciones posteriores formando parte de esa hornada mítica del ‘boom latinoamericano’ aunque desde un realismo social y no tan mágico como el de García Márquez.
El mundo de las letras llora en este cierre de Domingo de Ramos la muerte de uno de los grandes. Ha fallecido en su querida Lima este hombre que nació en Arequipa en 1936. «Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja detrás una obra que le sobrevivirá», han señalado sus hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana Vargas Llosa.
Sus familiares han anunciado que no tendrá lugar ninguna ceremonia pública por su fallecimiento y han señalado que confían «en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia y en compañía de amigos cercanos». «Sus restos, como era su voluntad, serán incinerados», han agregado.