A pesar de lo deportivo, las causas abiertas en los juzgados por parte del Málaga siguen centrando la actualidad malaguista. Sin duda, el ‘caso Horta’ es una de las más llamativas. El pasado 25 de septiembre, en Ginebra, se celebró la última vista ante el TAS junto al Braga, donde el tribunal instó a ambos clubes a llegar a un acuerdo económico. A falta de una semana para el cierre de las negociaciones, según ha avanzado Cope y ha podido confirmar 101 Televisión, las conversaciones están prácticamente rotas.
El club portugués inició la primera propuesta en tres millones de euros, una cifra alejada de lo que dictaminó la FIFA (cerca de 11 millones, además de 1.500€ diarios como interés). Dicha oferta fue declinada por el club boquerón, que exigía una cuantía superior. En los últimos días, las posturas se habían acercado con siete millones de euros, pero el Málaga sigue pidiendo un porcentaje por futura venta del extremo, lo que ha hecho frenar de nuevo la operación y dejarla prácticamente rota.
Cabe destacar que los andaluces poseían el 67% del posible traspaso del jugador, aunque el 50% de ese porcentaje, le pertenece al representante Jorge Méndes. De esta forma, el conjunto de La Rosaleda percibiría cerca de tres millones y medio de euros con la última oferta del Sporting de Braga, a recibir en tres años. Por el momento, esta opción parece inviable, por lo que la entidad de Martiricos se arriesgará a no percibir ningún pago.
El inicio del conflicto
El Málaga llegó a un acuerdo con el Braga en 2016 por el traspaso a coste cero de Ricardo Horta y su intercambio con Juankar. Eso sí, el contrato añadía un 67% por futura venta del extremo a compartir junto a Jorge Mendes, representante del portugués (el 50% del 67, le corresponde al magnate). Además, según el club de La Rosaleda, en caso de recibir una oferta superior a cinco millones y rechazarla, debían abonar la parte correspondiente a los blanquiazules.
El pasado verano de 2022, el habilidoso extremo recibió la llamada del Benfica tras realizar una gran temporada en la liga portuguesa. El club lisboeta presentó una última oferta de 17 millones de euros por el jugador, pero fue rechazada. Según han relatado distintos directivos malaguistas, poseen ese documento en las oficinas de La Rosaleda, sirviendo como principal prueba de la denuncia ante el tribunal por el incumplimiento de una de las cláusulas de la venta firmada en 2016. La FIFA dio la razón al Málaga en 2023, pero el TAS no ha hecho lo propio. El culebrón sigue y el tiempo se agota.
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