La Guardia Civil ha detenido a 32 personas, ocho de ellas en Málaga, e investiga a otras 21 como presuntos responsables de delitos contra la propiedad industrial y la salud pública, estafa, fraude alimentario, falsificación documental. Entre otras acciones, los implicados hacían pasar aceites de calidad inferior como aceites de oliva virgen extra o reetiquetaban productos que ya habían caducado.
El cuerpo ha iniciado 12 operaciones individuales en el marco de la macrooperación OPSON XIII contra el fraude alimentaria. En total, los agentes han realizado más de 3.000 inspecciones y registros en centros de distribución, almacenes, medios de transporte, puertos y aeropuertos del territorio nacional, en los que han detectado hasta 2.000 infracciones administrativas.
Se trata de una macrooperación de ámbito europeo, cuya acción específica sobre ataques a productos Denominación de Origen e Indicaciones Geográficas la ha liderado la Guardia Civil, que ha organizado una reunión de coordinación en Alicante junto a otras autoridades europeas, como EUIPO y Europol.
La operación se ha centrado en alimentos y bebidas alcohólicas falsificados (o de calidad inferior), cadenas de suministro de alimentos ilegales, fraudes alimentarios, seguridad alimentaria y adulteración motivada económicamente.
Más de cien órdenes de detención por toda Europa
A nivel europeo, los cuerpos policiales de los 29 países participantes han emitido 104 órdenes de detención, llevando a cabo hasta 184 órdenes de registro. Han denunciado a un total de 278 personas y han desarticulado 11 organizaciones delictivas.
Los investigadores de toda Europa notaron una tendencia continua en la venta de alimentos caducados, tras atraer a las empresas de eliminación de residuos. Tienen en sus manos masas de alimentos para ser destruidos, que posteriormente borran y vuelven a imprimir las fechas de caducidad y adjuntan las nuevas etiquetas. Los productos más afectados han sido el aceite de oliva y los vinos con denominación de origen protegida (DOP).
Actuaciones en La Rioja, Madrid, Valencia, Sevilla y Málaga
La policía judicial de Coín, en Málaga, ha procedido a la detención de ocho personas, desmantelando una organización criminal a las que se les ha intervenido maquinaria envasadora y etiquetadora, y 1.800 kilos de productos alimentarios refrigerados y congelados, mal conservados, sin etiquetar o caducados.
En Sevilla, el Seprona ha inspeccionado establecimientos dedicados a la elaboración y distribución de productos pesqueros congelados, donde los trabajadores reetiquetaban dos palets de lomos de bacalao congelado, cuya fecha de caducidad había expirado. Por estos hechos se ha procedido a la investigación de siete personas y se han inmovilizado un total de 45.320,33 kilos de productos ultracongelados a los que se había modificado su etiquetado.
En la capital hispalense también se ha desarticulado un grupo criminal dedicado a la distribución de aceite de oliva virgen extra adulterado con otras clases de aceite como girasol, semilla o aceite lampante. Se han detenido a 11 personas y seis están siendo investigadas, incautándose 20.000 litros de falso Aove.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial, con la colaboración de Europol y el Arma de Carabineri de Italia, ha logrado la incautación de unos 120.000 botes de conserva de atún y 45.000 litros de aceite, y como la detención de cuatro personas.
Los detenidos, propietarios de una empresa conservera de Alfaro (La Rioja), elaboraban las conservas con atún de menor calidad que el que figuraba en el etiquetado, igual que con el aceite de girasol u orujo cuando figuraba como aceite de oliva. Así, lograban poner en venta los productos a precios muy inferiores a la competencia.
El Seprona de Madrid ha conseguido la inmovilización y posterior destrucción de 642 garrafas de cinco litros de aceite, 104 jamones y 207 quesos, y la detención de una persona y otras cuatro investigadas por los delitos contra la salud pública, estafa, falsedad documental, relativo a la propiedad industrial y al mercado de los consumidores. Comercializaban desde una nave en Valdemoro (Madrid) aceite de mezclas de semillas haciéndolo pasar por AOVE y aceite suave, jamones curados por ibéricos y quesos sin poder acreditar su trazabilidad.
El Seprona de Valencia, por su parte, ha investigado una empresa de encurtidos que ponía a la venta productos no aptos para el consumo y la adición de colorantes y conservantes no acordes con la normativa reguladora en la materia. En las instalaciones de la empresa se inmovilizaron 80.000 kilogramos de producto, gran parte del cual estaba almacenado y envasado, listo para su venta y consumo. Por estos hechos ha sido detenido el gerente de la empresa por los supuestos delitos contra la salud pública y relativo al mercado y a los consumidores.