El Málaga pierde ante el Oviedo en otra muestra de inoperancia ofensiva. Fueron mejores que los de Cervera pero no acertaron en las que tuvieron. Sobre todo en el primer tiempo, donde generaron llegadas claras sobre la meta de Tomeu Nadal. Los de Mel son penúltimos con 9 puntos de los 36 disputados.
Los de Mel superaron a lo largo del primer tiempo al Oviedo con un fútbol ofensivo. El conjunto malaguista tejía a su antojo pero sin dar la puntada final. Que es lo primero que hizo el Oviedo a la primera que tuvo. Pero hay que centrarse en una acción anterior que pudo cambiar el devenir del encuentro. Viti cruzó literalmente a Luis Muñoz y tan solo vio la roja. Una entrada criminal que de haber sido al revés, quién sabe si Arcediano Monescillo hubiera ido al VAR. Porque el colegiado no se apoyó en la herramienta. Un hecho similar al del penalti de Escassi. Una mano que pudo no ser en función de algunas tomas y que permitió a Borja Bastón adelantar a los locales en la última jugada del primer acto.
El técnico malaguista fue a por todas tras el descanso con la entrada de Fran Sol, Loren e Issa Fomba. O Jozabed y Ramón. Pero nada funcionó. Las llegadas fueron de todos los colores, pero no hubo ni una clara en todo el segundo tiempo. Y es que ni con 30 horas de fútbol, el Málaga habría sacado algo positivo del Tartiere.
Una derrota que vuelve a dejar tocados a los malaguistas que siguen penúltimos y que tienen la salvación a cuatro puntos. La cosa se complica y la plantilla no está a día de hoy capacitada para revertir la dinámica.