Corren tiempos complicados en la Tacita de Plata en cuanto a lo futbolístico se refiere. El Cádiz CF, que bajó a Segunda al término de la pasada temporada, no ha encontrado su mejor versión en esta categoría de plata y su entrenador, Paco López, podría tener una de sus últimas balas en su próximo enfrentamiento ante el Málaga en el Nuevo Mirandilla. La afición pide mucho más a sus jugadores, pero por el momento, la imagen que está mostrando no es la esperada.
Los gaditanos llegan a este crucial partido en el puesto decimoctavo de la tabla, a tan solo un punto del descenso. En sus cuatro encuentros como local, no ha conseguido vencer en ninguno (dos empates y dos derrotas), por lo que el clima que se ha respirado en los últimos duelos en el antiguo Carranza no es el idóneo. Además, los que visten de amarillo son el segundo equipo que más goles ha encajado, con 14, lo que denota la falta de contundencia defensiva que han tenido en este convulso arranque.
Eso sí, el margen de crecimiento es evidente. El grueso importante de la actual plantilla han sido jugadores de Primera durante esta última etapa del club, mientras que los nuevos fichajes son futbolistas contrastados de la categoría y que pueden servir de gran ayuda para este Cádiz. Entre ellos destaca el nombre del exmalaguista Javier Ontiveros, quien comenzó la temporada lesionado y que, poco a poco, está consiguiendo reencontrarse con su mejor versión.
Bien es cierto que en Cádiz hablan de ultimátum y que, dependiendo del resultado de hoy, Paco López podría perder su sitio, pero su nivel ha quedado más que demostrado en sus últimas apariciones, destacando su último ascenso con el Granada o las grandes temperadas con el Levante en Primera. Se trata de un entrenador que prima lo ofensivo, un estilo completamente diferente al que se ha practicado en su nuevo club en los últimos años, por lo que es evidente que necesita tiempo. Eso sí, el fútbol no espera nadie y las prisas podrían precipitar la marcha de uno de los mejores entrenadores de Segunda.
